Dos famosos tiktokers ya son casi sold out (entradas agotadas) para las vacaciones de invierno y los chicos cada vez buscan más en las salas a los personajes que miran en las redes sociales. Cómo es el fenómeno post pandémico que comenzaron Ballarini y Malena Guinzburg con sus vivos del confinamiento.
Hasta no hace muchos años, la calle Corrientes era el resultado de trayectorias largas de grandes actores o de humoristas con años de televisión abierta y temporadas completas en las salas de Mar del Plata.
Luego de un recorrido arduo por el off, personajes como Humberto Tortonese, quien hoy brilla absolutamente en Vassa, llegaban a las salas del San Martín. ¿Hoy son las redes sociales el gran semillero de los comediantes y los actores?
A fines del 2022, el influencer ruso Hasbulla Magomedov llenó el teatro Gran Rex, sin hablar español ni inglés y sin explicar qué haría en el escenario. Horas antes de conocerse la noticia, el bloguero había anticipado en sus redes sociales que tenía “una gran sorpresa para la Argentina” y posteado una foto suya con una camiseta de la Selección.
Quiénes son los nuevos dueños de la calle Corrientes
Sin dudas, para los históricos de la calle Corrientes fue un cimbronazo inentendible. Pero no tan lejos de ahí, para estas vacaciones de invierno, dos tiktokers y youtubers tienen en vilo a los padres de todo el país, en fila on line tratando de conseguir entradas para sus reclamantes niños.
Uno de ellos es Mati Spano y se presentará en el Paseo La Plaza en una obra en la que propone interactuar con el público. Spano es uno de los tiktokers más grandes de habla hispana, con 26 millones de seguidores en TikTok y 7 millones en YouTube, y asegura “entretenimiento disruptivo y la complicidad de la audiencia del 15 al 30 de julio”.
Mati Spano en vivo cuenta los entretelones de la producción de su nuevo show televisivo. Durante la grabación, Mati, un chico de 19 que arrancó hace tres años en las redes y se volvió un boom absoluto, se enfrenta a distintos invitados y a situaciones molestas que hacen que la tarea resulte casi imposible, aunque tendrá que sobreponerse e ir ganando confianza y manejo de la situación con el único objetivo de terminar de grabar el show.
El otro de los fenómenos actuales es Rubén Tuesta, un joven peruano que emigró de su país, desde una familia humilde y trabajadora, buscando nuevos horizontes en Buenos Aires. Comenzó presentando obras infantiles en colegios de la Ciudad, pasó casi sin tregua a estar en el programa de Nicolás Occhiatto, Tenemos Wifi, imitando al tradicional personaje de Quico de la vecindad del Chavo del 8, trayéndolo desde los ’70 y ’80 directamente a los sub ’20 del país.
Cuando empezó a generar contenido en las redes sociales se convirtió en un boom para los chicos. Hoy tiene 32 millones de seguidores en Tik Tok y 15 millones en YouTube.
Tuesta es un actor físico, que viene de la tradición del circo, sus personajes actuales están inspirados en padres y madres reales, y el personaje de su abuela es realmente muy divertido, una viejita moderna y canchera que maneja los dispositivos electrónicos mejor que nadie.
En estas vacaciones, llega al Teatro Metropolitan para un público amplio, representado fundamentalmente por chicos de entre 7 y 15 años.
La «salida» estuvo en el confinamiento
Es bastante claro ya que este nuevo boom no afecta solo a las infancias. En el centro de la segunda ola de Covid, a principios del 2021, las comediantes Malena Guinzburg y Connie Ballarini encendían los vivos de las trasnoches de sábado desde Instagram para miles de mujeres de todo el país y gran parte de la región.
Empezó, quizás, como una salida inocente al encierro, al aburrimiento, a mujeres hartas de los chicos dando vueltas en la casa.
El streaming tenía sus límites, los maridos se hacían carne de las series policiales y ellas esperaban ansiosas a la dupla de comediantes. Lili Catarinella, la mamá de Connie, se sumaba a los vivos y era la risa de todas: una psicóloga, ya pasados los 50, divorciada, con novio nuevo, recitaba poemas a Messi y hablaba de consoladores.
Malena y Connie eran parte ya del grupo de Las chicas de la culpa desde Comedy Central. Sin embargo, cuando los teatros por fin abrieron esta banda femenina que las seguía en las redes corrió desesperada al teatro. Tenían que conocerlas, tenían que verlas en yunta con sus otras pares, Fer Metilli y Nati Carulias, en una obra que empezó tímidamente con el aforo permitido en el Paseo La Plaza, pasó por el Metropolitan y terminó a fines del 2022 en un enorme y ruidoso Gran Rex.
En una escala más pequeña, pero también dentro de la idea «de las redes a la calle Corrientes», hizo camino Feli de la Garma. Con mucho humor, la actriz más conocida como “mamá influencer sobre ruedas”, hizo en la post pandemia decenas de noches en el Paseo La Plaza y hoy comienza un largo recorrido por salas de todo el país.
Feli tiene más de 170 mil mujeres que la siguen en Instagram, dos mellizas y una hija mayor, marido, perros y casa en el country y, desde allí, se ríe de todo y de todos. “Como (Adrián) Suar nunca me llamó para actuar en la tele, un día me senté y me puse a escribir, junté todos mis rollos de la vida cotidiana y los puse en una obra que me resultó, primero, muy divertida a mí”, explica.
Desde el 2016, Feli es creadora de contenido humorístico en las redes sociales, especialmente en Instagram y YouTube, donde incluso ha producido dos miniseries.
No son pocos los comediantes que hicieron este camino. Pablo Picotto, Juampi González, Magalí Tajes, Fede Cyrulnik, Gonzo Vizan, por poner solo algunos nombres, hicieron y hacen shows a sala llena en el Maipo o el Gran Rex, desde el trabajo diario de hace años, pero sin dudas también desde los más de 500 mil seguidores en sus redes sociales.
Para el público general, todos estos nombres pueden ser desconocidos, pero sus followers logran llenar las salas y aportan a la causa de quienes, sin cobrarles un peso, hicieron su caminito de humor y entretenimiento desde las nuevas pantallas que todos miran, las de los celulares.