La agenda del ministro del Interior, ahora postulado a senador por Unión por la Patria, este domingo tuvo un cambio de expectativas. El carrusel en su lugar en el mundo: Mercedes.
Finalmente Eduardo «Wado» de Pedro irá por la lista oficialista para senador por la Provincia de Buenos Aires, pero «Wado» tenía otra agenda pensada para estos días, luego de fuera ungido -por un día- como el candidato de Cristina Kirchner que finalmente no fue.
Lo cierto es que este domingo su cronograma de actividades se notó más modesto. «Inauguramos un carrusel y otras mejoras en la Plaza Belgrano», escribió el todavía ministro del Interior de Alberto Fernández, en Twitter. Fue en Mercedes, su pueblo, donde gobierna Juan Ustarroz, su hermano de crianza.
«La mejor forma de celebrar el aniversario de nuestra querida Mercedes es trabajando por las infancias». De Pedro tiene campos en esa localidad bonaerense, su lugar en el mundo y que su reaparición luego de la decisión impuesta de bajar su candidatura presidencial tiene un dejo de nostalgia, refugio y rearmado para la campaña que igual viene.
Tal vez por ello, el más encumbrado funcionario que La Cámpora le aportó al gobierno del Frente de Todos insistió en la relevancia simbólica de la modesta inauguración municipal. «Un espacio para las familias, un lugar de encuentro para el juego y la amistad», insistió en Twitter.
Las «familias» habían sido referenciadas en el único video que llegó a publicar.
De hecho, aquella pieza publicitaria que vio la luz el jueves pasado culminaba: «Soy Wado de Pedro y quiero ser presidente. El presidente de todas las familias argentinas».
Pero en menos de 24 horas, Wado pasaría a bajar su lista K -en la que nunca hubo certeza de fórmula con Juan Manzur- y pasar a ser destacado por su gesto por el nuevo candidato de unidad oficialista, Sergio Massa, que le volvió a decir «Wadito» por las redes y recordar que el anhelo del camporista. «Estabas frente a tu propio desafío», le reconoció el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria.
Wado de Pedro en el carrusel de la política
De Pedro había montado un bunker, comenzado a caminar el territorio como le había pedido Cristina Kirchner al considerarlo el heredero de «la generación diezmada» y hasta llegó a fotografiarse y filmar con su compañero de fórmula, en un material que devino inédito, para ansiedad e intriga de los buceadores de los archivos de lo que no será.
Hasta su equipo de comunicación, encabezado por Gustavo Fernández Russo y que marcó la agenda formal -una de las que como Massa, se escindieron de la de distribuida por Presidencia y Gabriela Cerruti ya hace meses- y también la informal, la emitida por la ya famosa cuenta de Twitter llamada La Remisería de la Rosada, desde donde los colaboradores de De Pedro intentaron mostrarlo cercano y, en especial, hacerlo conocido, más allá de los círculos rojos y la militancia.
«Casi saludamos a Messi. Casi fuimos candidatos a Presidente», fue el posteo agridulce con el que acompañaron la baja de la postulación de Wado, para desorientación de la militancia más dura del kirchnerismo que, según el mismo posteo, comenzaba a «soñar» un «camino» para el candidato que no fue.
La referencia al ídolo de la Selección fue por aquella vez que, cuando llegó el equipo de Lionel Scaloni a Ezeiza, el camporista fue uno de los que intentó robar la foto que los futbolistas campeones del mundo no le quisieron dar al Gobierno. De Pedro, con sus colaboradores, quedaron en el lateral de la llegada triunfal. La comparación con el volantazo de la fórmula oficialista tiene, al fin al cabo, una similitud.
«La calesita tiene algo muy significativo: fue realizara íntegramente por trabajadores municipales y cooperativas de trabajo. Una expresión de compromiso, dedicación, creatividad y construcción de un futuro mejor, realizando obras por lo más lindo que tenemos, las infancias». destacó el intendente y pariente Ustarroz, frente a la presencia ilustre y en tono de ponerle mitología a la obra.
Ahora, la agenda de Wado de Pedro deja otra metáfora: en definitiva, este domingo, como en los últimos días, fue una verdadera calesita.
DS