Uno de cada tres adultos en tratamiento por adicción al juego comenzó a apostar siendo menor. Este es el motivo de la enorme preocupación que reina entre los psicólogos de la provincia de Murcia ante lo que observan en consulta: un inicio demasiado temprano del manejo de redes sociales y los videojuegos, en torno a los 10 años. La actividad máxima se alcanza a los 16 años, y en la franja que va desde esta edad hasta los 30 está el grueso de las personas atendidas por adicciones, que ha ido bajando pues antes estaba en los 40 años. «Las apuestas en menores es algo muy común», coinciden.
Actualmente lo que más «engancha» son las apuestas deportivas, el dinero gastado en juegos de casinos virtuales, los juegos de multijugador online y la ruleta electrónica, y preocupa especialmente entre los adolescentes; y sube la adicción a las monedas virtuales y a la bolsa.
Los especialistas alertan de la especial problemática de las mujeres. Aunque entre ellas existe una menor adicción -una por cada cuatro hombres- solo un 5% de las afectadas busca terapia; son muy reticentes a buscar ayuda de ahí la preocupación por la escasa respuesta terapéutica ya que no acuden a los centros.
Los expertos recomiendan a los padres que supervisen y compartan con sus hijos el uso que hacen de los aparatos electrónicos porque la tecnología ha venido para quedarse.
En este sentido, alertan de la existencia en el mercado de videojuegos en los que se accede a máquinas tragaperras fieles a las de los casinos, en los que el niño acciona la palanca y elige al azar a un jugador de baloncesto u otro deportista. Algo que «pone los pelos de punta» pues son juegos en el mercado autorizados para mayores de 3 años.
Niños juntos manejando el móvil.
Puertas abiertas
Estas son algunas de las indicaciones de Antonio Castaños y José Antonio Hurtado, psicólogos de la asociación Vida Libre de Alicante, terapeutas expertos en adicciones que están celebrando todos los lunes de agosto unas jornadas de puertas abiertas para sensibilizar a los padres sobre el manejo que hace sus hijos de la tecnología y prevenir la ludopatía y las adicciones tecnológicas.
Sobre todo en una época, como son las vacaciones estivales, en las que la amplitud del tiempo de ocio para adolescentes puede constituir un factor de riesgo para el uso desadaptativo de las tecnologías vinculadas a internet y las apuestas.
«Observamos que las personas que comenzamos a atender hace 30 años por juego patológico tienen también una relación muy intensa con los videojuegos y eso se ha ido transformado también con redes sociales, móviles, etc…Es decir, que se puede sustituir el abuso, el uso problemático, la adicción a las apuestas por estos otros útiles de internet que tienen también un alto potencial adictivo», señala Castaños.
El experto apunta que «se ha producido un trasvase frecuente entre los videojuegos que tienen contenidos muy similares a las apuestas y las propias apuestas. Hay videojuegos que tienen apuestas reales en casinos virtuales y videojuegos para ganar a unos competidores, armas o elementos; prácticamente funcionan a nivel de azar también. Hay una conexión entre los videojuegos que pueden utilizar los menores sin suficiente información por parte de madres y padres, y también las apuestas».
Dar estrategias
Estas sesiones pretenden que las familias aprendan a desarrollar estrategias desde que sus hijos e hijas se inician con internet y sus distintas aplicaciones para evitar que constituyan un problema y favorecer un uso razonable. «Nosotros no demonizamos internet en ninguna de sus aplicaciones, ni whatsApp ni buscadores pero sí consideramos que son muy potentes, que tienen muchas opciones y contenidos no siempre conocidos por madres y padres; y que ese conocimiento es fundamental para acompañar a los hijos en ese trayecto».
«Nosotros no demonizamos internet en ninguna de sus aplicaciones, ni whatsApp ni buscadores pero sí consideramos que son muy potentes, que tienen muchas opciones y contenidos no siempre conocidos por madres y padres; y que ese conocimiento es fundamental para acompañar a los hijos en ese trayecto»
Antonio Castaños – Psicólogo de Vida Libre
Los psicólogos insisten en que los trastornos de juego presencial y online se va acercando desde que las apuestas por internet se legalizaron. «La adicción a los videojuegos ya está reconocida internacionalmente como una conducta adictiva».
En este sentido recuerdan está comprobado científicamente que los chicos y chicas que solo juegan el fin de semana tienen mejor rendimiento y calificaciones escolares. «Poco a poco los juegos multijugador online, que son los que tienen mayor potencial adictivo, provocan que establezcan relaciones en línea, en detrimento de las relaciones presenciales y personales». Algo que se vio potenciado por la pandemia y el confinamiento.
«Poco a poco los juegos multijugador online, que son los que tienen mayor potencial adictivo, provocan que establezcan relaciones en línea, en detrimento de las relaciones presenciales y personales»
Antonio Castaños – Psicólogo de Vida Libre
«Lo peor que puede ocurrir con las conductas potencialmente adictivas es la percepción de normalidad. Es verdad que el whatsApp se ha normalizado, hasta el punto de que se usa muchas veces de una manera inadecuada tanto por menores como por mayores. Aquí el modelo parental es fundamental».
No regalar tecnología
El psicólogo José Antonio Hurtado, por su parte, aconseja a padrinos, tíos o abuelos que nunca deben regalar tecnología dado el riesgo que entraña y porque las consecuencias de un mal uso luego recaen sobre los padres. “Es algo que se tendría que tener muy en cuenta en las conversaciones con los hijos desde pequeños, no solo es importante hablar con ellos sobre sexo o drogas, también sobre tecnología y apuestas como charla fundamental en el desarrollo del niño”.
«No solo es importante hablar con los hijos sobre sexo o drogas, también sobre tecnología y apuestas como charla fundamental en el desarrollo del niño”
José Antonio Hurtado – Psicólogo de Vida Libre
En este sentido, el experto señala que corresponde a los padres prestar o ceder a sus hijos tablets, consolas o móviles pero nunca regalar para que los menores no tengan esa sensación de pertenencia o patrimonio.
“El préstamo es un código de acceso al móvil, así no podrán decir que es suyo. Y cuando tengan la edad que se lo compren con sus ahorros o con su trabajo”.
“El préstamo es un código de acceso al móvil para los niños, así no podrán decir que es suyo. Y cuando tengan la edad que se lo compren con sus ahorros o con su trabajo”
José Antonio Hurtado – Psicólogo de Vida Libre
Este psicólogo cita estudios según los cuales la edad recomendable para entregar el móvil a los hijos son los 16 años; aunque otras investigaciones apunta a darlo antes si el niño es maduro. “Los padres deben determinarlo pero no el tío o el abuelo. En las comuniones suele ser el regalo estrella”.
Asimismo, recomienda a los padres que supervisen y compartan con sus hijos el uso que hacen de los aparatos electrónicos.