IRSA, la desarrolladora inmobiliaria que es dueña de la mayoría de los shoppings del país y de varios edificios de oficinas, abandonó el negocio que pensaba hacer en un megaterreno de 16 hectáreas en el partido de San Martín, donde supo estar la antigua planta de la tabacalera Nobleza Piccardo.
La empresa, que es comandada por el empresario Eduardo Elsztain informó a la Bolsa de Comercio que vendió su participación del 50% en la firma Quality Invest, que es la propietaria del predio, que está sobre la Avenida San Martín al 600 (a pocas cuadras de la intersección con la General Paz) y tiene 159.996 metros cuadrados.
Es un predio con historia: antes de Nobleza Piccardo, el terreno perteneció a la automotriz General Motors, que lo vendió, cuando a fines de los años 70, decidió abandonar el país. La tabacalera, a su vez, ya había vendido una parte al grupo Carrefour –que levantó un hipermercado y después le cedió una parte a la cadena chilena Sodimac–, y cedido otra porción a la intendencia de San Martín.
«El monto de la transacción ascendió a la suma de US$ 22.900.000, de los cuales US$ 21.500.000 han sido cobrados junto con la transferencia de las acciones y el saldo de US$ 1.400.000 se cobrará a los 3 años, devengando un interés del 7% anual», contó la compañía en la nota.
IRSA no quiso anticipar si había ganado o perdido plata con la operación. Dijo que el resultado contable se conocerá en el próximo balance trimestral, que finaliza el 30 de septiembre. Quality Invest había pagado US$ 33 millones por el 100% del predio hace 12 años.
La desarrolladora inmobiliaria no difundió quién fue el comprador, pero en el mercado apuntan justamente a su socio: la familia Lapidus, propietaria de una de las mayores empresas textiles del país, con seis plantas en su haber.
El proyecto que IRSA planeaba levantar en ese predio había sido pensado para la clase media, a partir de los préstamos UVA (atados a la inflación) que había lanzado la administración de Mauricio Macri.
Pero a principios de 2018, la empresa puso el proyecto en stand-by, según contó en su momento Alejandro Elsztain.
Últimas operaciones
IRSA estuvo muy activa en los últimos meses en el mercado de real estate, tanto en lo que se refiere a compras como a ventas. Su última operación, en julio, había sido la venta del edificio Maple, en Suipacha 652, entre Viamonte y Tucumán, el primero que la firma había comprado, en 1991. Lo compró la Universidad del CEMA por US$ 7 millones.
Antes, en marzo, IRSA adquirió en una subasta pública el ex edificio del Ministerio de Educación porteño, en Paseo Colón 245, a metros de la Casa Rosada. En este caso, pagó US$ 6,9 millones por la torre de 13 pisos.
Y ese mismo mes se desprendió de dos pisos de oficinas en su edificio Della Paolera en Catalinas. Vendió dos pisos (un total de 2.394 metros cuadrados) y 18 cocheras por US$ 22,5 millones.
Antes se había desprendido de varios activos inmobiliarios en Catalinas. En 261 Della Paolera, edificio de oficinas en el que la firma invirtió US$ 110 millones e inauguró en 2021, ya había vendido cuatro pisos entre noviembre y diciembre de ese año. Los compradores fueron la Unión Europea (u$s 9,2 millones) y el Banco Santander, que se quedó con tres plantas (u$s 28,5 millones).
En tanto, en abril del año pasado había cedido al grupo Petersen el 100% del histórico edificio República en Catalinas norte, donde durante años funcionó la sede de Telefónica, a cambio de US$ 132 millones.
NE