El relato libertario sobre la caída de la Ley Ómnibus, detallado a Clarín por un testigo presencial de la sesión, dice más o menos así: «Hasta que arrancó la reunión, pensábamos que salían las reformas, más allá de alguna tirantez. Pero cuando (Rodrigo) De Loredo pidió votar inciso por inciso, nos dimos cuenta que pasaba algo raro. Y después se terminó pudriendo todo».
De Loredo es el jefe del bloque de la UCR y hasta la votación en general, uno de los opositores más activos para lograr el apoyo a las reformas que proponía Javier Milei. Sin embargo, el diputado cordobés quedó también salpicado por la furia libertaria. No sólo por procedencia partidaria (el Presidente es particularmente crítico y hasta irrespetuoso a veces con la historia radical) sino más por su origen nativo.
De Loredo es cordobés. Y si una provincia quedó en medio de la polémica por el fracaso de la ley, fue justamente esta. Pero el principal apuntado no es el radical sino un peronista, el gobernador Martín Llaryora.
La secuencia de las negociaciones y la caída del proyecto lo ponen al sucesor de Juan Schiaretti en la mira. «Cuando se debatía el inciso H de la ley, que facultaba a Milei a modificar unos fideicomisos federales, los cordobeses de Hacemos avisaron que se oponían. Sólo Oscar Agost Carreño, un diputado del PRO que está dentro de ese bloque, mantuvo su apoyo«, detalla otro testigo de la discusión.
La mixtura del cordobesismo dentro de Hacemos es grande. Conviven un PRO como Agost Carreño; con Natalia de la Sota, hija del ex gobernador fallecido y quien en el balotaje apoyó a Sergio Massa. También está el experimentado Carlos Gutiérrez, ex mano derecha de Schiaretti en el Congreso.
De los dos lados del mostrador
Pero el dato que más ruido hace es que la nómina completa con Alejandra Torres, pareja de Osvaldo Giordano…titular de la ANSeS de Javier Milei, y quien fue una de las más activas opositores a ciertos puntos de la reforma. ¿Cómo?
Antes de la votación en general, incluso, Torres rechazaba uno de los puntos centrales del proyecto, vinculado con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, hoy a cargo de su pareja. ¿Representaba ella en realidad la postura de su marido en la interna libertaria? Con sólo mencionárselo, la diputada enfurece. Recuerda que su trayectoria en el tema previsional corrió en paralelo a la carrera de Giordano.
Lo concreto es que, en el marco de esta pelea, Córdoba/Llaryora reclamaba fondos para «armonizar» su caja previsional. Giordano, ahora del lado nacional del mostrador, no lo vería con malos ojos. ¿Todo tiene que ver con todo? Y más: el gobernador asegura que un emisario de Milei le prometió esa cesión de fondos y luego en el dictamen incumplió el acuerdo.
La sociedad entre Milei y los cordobeses genera muchas dudas. ¿El Presidente arregló con Schiaretti/Llaryora darle cajas millonarias como la ANSeS, la secretaría de Transporte y el Banco Nación y no se garantizó el acompañamiento en el Congreso? Ahí las respuestas se bifurcan. Llaryora ha dicho en reuniones privadas que él no es «lo mismo que Schiaretti», como para despegarse de cualquier eventual pacto.
Otras fuentes locales hacen un análisis más fino: «Giordano, más allá de su capacidad técnica reconocida en la materia, es un tipo del establishment cordobés, más vinculado a la Fundación Mediterránea que a Schiaretti». Como ejemplo, recuerdan que Giordano compartió un acto durante la campaña con Patricia Bullrich, cuando la ex titular del PRO llevaba como eventual ministro de Economía a Carlos Melconián, otro hombre de la Mediterránea.
«Acá los diputados y los dirigentes suelen ser muy encuadrados. Y responden más a los intereses provinciales que a una lógica política tradicional. Eso los porteños no lo entienden. No lo entiende Milei y no lo entendió Macri», amplía la fuente cordobesa. Cuando habla de «intereses provinciales» suma a la Bolsa de Cereales, que hizo un fuerte lobby contra la suba de retenciones, finalmente descartada.
Antecedente: el PRO había sufrido su propio desaire. Pese a la aceitada relación de Schiaretti con Mauricio Macri, los diputados cordobeses que le respondían votaron a favor del recorte millonario impulsado por Cristina Kirchner para dañar al jefe de Gobierno y precandidato Horacio Rodríguez Larreta. Las consecuencias las soporta aún hoy el primo del ex presidente.
Alerta por la caída en la imagen
Como Macri, Milei también tuvo su luna de miel en Córdoba en el balotaje. Sacó 74%, muy por encima del promedio nacional de 56%. Algo parecido a lo que había ocurrido con Cambiemos en 2015, aunque sin tanto núcleo duro: en las PASO y el balotaje, el candidato de LLA estuvo más cerca del 30%.
¿Cómo tomaron los cordobeses el revés de la ley? ¿Pueden cuestionar a sus dirigentes locales por no apoyar al Presidente? Lo explica un analista local: «Ese análisis fino que hacen en Buenos Aires, es más de microclima. El número alto del balotaje tiene que ver con el anti kirchnerismo, no con un apoyo puro a los libertarios. A Milei se lo va a juzgar en la provincia por la economía y por si baja la inflación. Y a Llaryora (el gobernador) por las obras que haga».
El mismo consultor recuerda otro dato interesante, publicado por Clarín. En la caída generalizada de imagen que tuvo Milei en todo el país, una de las bajas más fuertes se dio en Córdoba. En diciembre era el distrito en el que el presidente conseguía su imagen más alta: 72,1% de positiva. Ahora perdió 6 puntos (66,1%) y quedó segunda, debajo de Mendoza.
Completa el analista: «Es un alerta, porque significa que el Presidente empieza a perder el apoyo blando que lo llevó a ganar el balotaje. Por ahora no es grave, pero sí Milei lo debería atender«.