Los picaflores se alimentan del néctar de ciertas flores y completan su dieta con las proteínas que consiguen al ingerir pequeños insectos y arañitas. Suelen ser los más hermosos habitantes de nuestros jardines cuando tienen a su alcance el alimento indicado, incluso es muy frecuente que aniden en enredaderas o arbustos de poca altura.
Las hembras se encargan de construir el nido en forma de tacita y acondicionan su interior con líquenes, telas de araña, pelos y otros materiales suaves. Ponen dos huevos que incuban durante 15 días y luego crían a sus pichones en el nido durante 23 días.
Una vez maduros, los pichones de picaflor salen en busca de alimento y estas son sus especies preferidas.
Amor a primera vista
Duranta erecta
Es una planta resistente y de fácil cuidado. Duranta erecta también es conocida por alguno de sus numerosos nombres comunes, como garbancillo, tala blanco, flor celeste, heliotropo, o flor del cielo.
Es un arbusto de hoja perenne, a veces casi un arbolito, que antes de llegar a la madurez suele crecer a un ritmo de hasta medio metro por año, llegando a alcanzar en estado adulto los 6 metros de altura.
Citrus x sinensis
Las flores axilares blancas, solitarias o en grupos, de perfume suave del naranjo dulce son irresistibles para el picaflor común, también conocido como colibrí verde, mainumbí, manimbé, pinda, quenti, rondin, tente en el aire, tuminejo y tumiñico.
Hibiscus rosa sinensis
El Hibiscus rosa sinensis, también conocido como rosa china, es un arbusto perenne muy popular en los jardines argentinos.
Su gran atractivo está en sus grandes y llamativas flores solitarias en forma de embudo.
Si bien antiguamente el color más popular era el rojo, actualmente hay un variado surtido de colores como amarillo, rosa, anaranjado e incluso en flores semidobles y dobles.
Requiere suelo fértil, húmedo, bien drenado y rico en materia orgánica para crecer sano y libre de plagas.
Jasminum sambac
Este jazmín, también conocido como sampaguita, es famoso por ser la flor nacional de Filipinas. Tiene flores blancas pequeñas y muy fragantes, y atractivas para los polinizadores.
Es un arbusto de hoja perenne que puede crecer hasta 2 metros de altura. Requiere sol, sobre todo por la mañana, o sombra leve y no resiste temperaturas por debajo de 0 grados.
El suelo debe ser bien drenado y levemente ácido y se debe regar sin encharcar. Si cuenta con las condiciones adecuadas, sus flores de dulce perfume con notas cítricas se producen todo el año.
Salvia guaranitica
Es extremadamente fácil de cultivar y el néctar de sus flores azules es el alimento de una gran variedad de picaflores, mariposas y otros insectos benéficos.
El cultivo de la Salvia guaranitica, como sucede con la mayoría de las nativas, es extremadamente sencillo: necesita suelos sueltos, no anegados, con ph neutro o moderadamente ácido. Se desarrolla mejor a media sombra o sol directo y es sensible a las heladas cuando son prolongadas.