La Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte advirtió sobre la plaga y la bacteria Spiroplasma kunkelii. La situación genera preocupación en todo el país, que en la última semana tuvo un despliegue “explosivo”.
La Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) alertó sobre las pérdidas que enfrentan los agricultores debido a la plaga de la chicharrita. Portadora de la bacteria Spiroplasma kunkelii, desató el caos en los campos de maíz, extendiendo la enfermedad del achaparramiento.
En ese sentido, en su cuenta de X (Twitter) en un mensaje dirigido al presidente, Javier Milei, al ministro de Economía, Luis Caputo, y al secretario de Agricultura, Fernando Vilella, Apronor advirtió sobre las “pérdidas millonarias” provocadas por la plaga que azota los campos de maíz en la región.
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“Queremos poner en conocimiento la compleja situación que se está viviendo en muchas zonas de NOA/NEA con respecto a Spiroplasma en maíz. Las pérdidas que observamos en muchos lotes son millonarias”, expresó Apronor a través de su cuenta en X.
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La situación se tornó crítica en las últimas semanas, con la aparición de la enfermedad Spiroplasma kunkelii en numerosas áreas. “En algunas zonas, hace varias semanas se veían síntomas. Sin embargo, en los últimos 10 días se manifestó en muchos lugares de manera explosiva. La lucha por controlar su vector Dalbulus maidis fue prácticamente en vano”, lamentó Apronor.
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Asimismo, con pérdidas de rendimiento que pueden superar el 70%, no solo representa “un golpe económico para los agricultores”, sino también un desafío para la seguridad alimentaria del país.
En Tucumán, se registró en los últimos días “una explosión de casos de achaparramiento de maíz”
En este contexto, tras una serie de alertas previas en la zona del NEA y el núcleo agrícola argentino, la plaga de la chicharrita logró penetrar en la provincia de Tucumán, desencadenando pérdidas significativas en los rendimientos desde la primavera pasada. Los primeros indicios de la presencia de esta “devastadora plaga se observaron en áreas como La Cocha y Graneros en el sur tucumano”, así como “en el departamento Santa Rosa en Catamarca, y la región de Guasayán en Santiago del Estero”.
Aunque las poblaciones masivas de chicharritas se expandieron recientemente entre los lotes de Burruyacu y Cruz Alta en el centro de la provincia, hasta el momento su incidencia fue baja, señalaron. Sin embargo, el presidente de la Apronor, Gonzalo Blasco, advirtió sobre “el riesgo latente de grandes pérdidas tanto en rendimientos como en calidad de los cultivos si no se controla adecuadamente esta plaga”.
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Según Augusto Casmuz, técnico de la sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), la chicharrita, transmisora de enfermedades para el cultivo de maíz, “es una amenaza que ha estado presente en la región norte del país desde hace décadas”. Las enfermedades que transmite, como Spiroplasma y Fitoplasma, afectan el floema de la planta y pueden provocar pérdidas de hasta el 100% en la productividad del maíz, afirmó.
“Hemos observado un incremento significativo en las poblaciones de chicharritas en el territorio tucumano y sus alrededores, lo que ha resultado en pérdidas del 100% en lotes de áreas como Graneros y La Cocha”, dijo.
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“En el sur provincial, donde se inicia la siembra temprana para la producción de semillas durante la primavera, hemos visto un desarrollo acelerado de la plaga debido a la disponibilidad temprana de cultivos de maíz”. Esta situación contrasta con áreas como el este y norte de Tucumán o el oeste de Santiago del Estero, donde la presión de la chicharrita es menor debido a la ausencia de cultivos de maíz durante la primavera.
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“Aunque la chicharrita ha sido detectada desde la década de 1940, aún no contamos con insecticidas registrados específicamente para su control”, agregó Casmuz. Señaló la experiencia de otros países, como Brasil, donde se han utilizado productos con dosis más elevadas e híbridos con cierta resistencia a la plaga.
Finalmente, Blasco cauteloso ante la situación expresó: “Creemos que se podrá comercializar, aunque eso se verá cuando metamos la cosechadora al lote”.