Así como en algún momento de la campaña los encuestadores descubrieron que no era la dolarización sino el ataque a la casta el mayor atractivo electoral de Javier Milei, ahora parecen haberse topado con una nueva revelación. La medida que más afectó la imagen del Presidente no se relaciona con el ajuste, pese a las durísimas decisiones que tomó el libertario en este sentido.
El dato aparece escondido en la última encuesta nacional de CB, una de las consultoras que más creció en el mundo de la política en los últimos años.
La firma que conduce el analista Cristian Buttié hizo un relevamiento de 1.271 casos en todo el país, entre el 15 y el 18 de marzo, y presentó los resultados con +/- 2,71% de margen de error.
En la página 22 del informe (tiene 30 en total), hace el siguiente planteo:
«Recientemente el Presidente Milei firmó un decreto en el que otorgaba para él y su Gabinete de ministros aumentos de sueldo de hasta el 48%. Ante las críticas y la polémica, lo derogó y afirmó que no estaba al tanto del decreto, posteriormente echando al funcionario responsable. ¿Usted estaba al tanto de la polémica?«.
Para desgracia del Presidente, más del 70% contestó que sí. Pero lo peor vino después, cuando la consultora indagó sobre la explicación que dio Milei, que aseguró que no estaba al tanto de la medida y responsabilizó a Cristina Kirchner por un decreto de 2010 vinculado con ese tema. El 47,7% no le creyó, contra un 41,1% que sí y un 10,9% de «no sé».
«Esto deja en claro que es la bala que más le entró a Milei, más que el ajuste», resume Buttié a Clarín. La comprobación la terminaría de dar no sólo lo que dijo sino lo que hizo después el Presidente.
Primero, anuló el decreto de Cristina y dio marcha atrás con los aumentos; después, terminó echando a dos funcionarios a los que involucraron en el escándalo: al secretario de Trabajo Omar Yasin (¿chivo expiatorio?) y a Armando Guibert (¿el verdadero responsable?), colaborador del jefe de Gabinete Nicolás Posse.
El tema pegó en la parte más sensible del relato libertario: si Milei venía a ajustar a la casta, ¿cómo es que se aumentaba el sueldo mientras el grueso de la población ve empobrecer su poder adquisitivo?
El impacto del ajuste
Otra parte de la encuesta ayuda a entender en el contexto en el que se desató la polémica. Casi que ni haría falta mirar el sondeo, pero valen los datos. La olla se destapó cuando mucha gente hierve por los recortes.
Cuando CB pregunta justamente sobre los sueldos, menos del 10% responde que le «alcanza bien» para llegar a fin de mes. Y casi el 80% admite que tuvo que resignar consumos.
En cuanto a este último punto, un 30,1% responde que se pasó a segundas marcas; un 27,1%, que recortó en gastos de ocio en general; y un 10,7% que compra menos indumentaria.
Aguante al ajuste y buenas expectativas
Sin embargo, a favor de Milei (y este es un dato que suele difundir el Presidente), hay una comprensión con el ajuste, lo que repercute en buenos números para su imagen y la de su gobierno, y en expectativas optimistas en el mediano y largo plazo.
Casi el 60% dice que el ajuste es necesario para mejorar a futuro.
El 54,2% evalúa como bueno o muy bueno el trabajo del Gobierno nacional.
El 51,3% califica como buena o muy buena la imagen del Presidente.
El 45,8% cree que la situación económica mejorará de acá a un año, contra 34,1% que considera que empeorará.
Y el 49,8% opina que la situación estará mejor cuando culmine el mandato de Milei, contra 29,4% que pronostica lo contrario.