La Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados de Chile sesionará a más tardar el martes 21 en la Antártida, en una actitud desafiante del gobierno de Gabriel Boric al de Javier Milei porque cuenta no sólo con el aval de la ministra del área, Maya Fernández, sino también la funcionaria, nieta del ex presidente Salvador Allende, podría participar del encuentro en el continente blanco.
Medios chilenos, como el diario La Tercera entienden el viaje de los diputados, y posiblemente el de la ministra es «contraofensiva» al que hizo Milei a Ushuaia a principios de abril para abrazarse a la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, que estaba allí en visita oficial junto a los militares argentinos apostados en la base naval de Tierra del Fuego.
Días después, en una entrevista por streaming el Presidente sorprendió al afirmar que la instalación de una base naval argentina en Tierra del Fuego avalaba lo que llamó el reclamo argentino “sobre la Antártida”. Además, el mandatario dijo que la nueva base naval que la Marina argentina busca levantar en la provincia cuenta sería levantada con Estados Unidos, en una declaración confusa que luego se aclaró porque de lo que se habla es de cooperación e inversiones pero no de pertenencia.
No pasaron horas que hubo críticas desde Chile, adonde la oposición le reclama a Boric, “pocos gestos soberanistas”.
Argentina, Chile y el Reino Unido tienen reclamos antárticos superpuestos. A ello se suma un conflicto no resuelto con el país trasandino en la plataforma continental al sur de Tierra del Fuego. Ello sin contar el reclamo a los británicos por las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur.
De acuerdo a lo que se sabe ahora fue la ministra Maya Fernández quien invitó a diputados y senadores que integran de la Comisión de Defensa a volar en un Hércules 130 para realizar una reunión en la base de la Fuerza Aérea de Chile Presidente Eduardo Frei Montalva, que se levanta en la isla Rey Jorge, de la Antártida.
Los comentarios sobre el viaje de los diputados, que es claramente un gesto político hacia la Argentina, es que se buscará dar “una señal de soberanía para el territorio nacional”, dijo el legislador Francisco Undurraga, del partido Evópoli.
Citado también por La Tercera, Andrés Jouannet, el presidente de Amarillos afirmó: “solicité el viaje hace unas semanas, en el contexto de las pretensiones que Argentina y el Presidente Javier Milei. Le solicité a la Comisión sesionar en la Antártica, como ya lo hicimos una vez”.
La primera vez a la que refiere Jouannet tuvo lugar en 2023, tiempo después de otro cortocircuito entre Argentina y Chile.
Ocurre que después del ex presidente Alberto Fernández aprobara unos mapas de la Argentina que incluyeron los nuevos límites de la plataforma continental nacional, y que Chile rechazó, el fallecido ex mandatario Sebastián Piñera aprobó en 2021 los propios límites de la plataforma continental de su país que también fueron desconocidos por Argentina. Se superponen en una suerte de medialuna en aguas al sur de Tierra del Fuego.
“Por primera vez en la historia de la República y de la Antártida, una Comisión de Defensa sesionó en las tres bases”, dijo sobre aquella sesión de 2023 Jouannet. “Tanto así, que en la base Arturo Prat, cuando estábamos sesionando, se instaló un barco argentino de guerra afuera”, agregó revelando un dato inquietante sobre un presunto hecho que se desconocía.
Crítico del gobierno de Boric, el senador austral Alejandro Kusanovic dijo a su vez que el presidente Milei «viajó a Ushuaia a hacer política antártica, porque Argentina sabe que Tierra del Fuego es el eslabón cohesionador de su proyección antártica. Sesionar en la Antártica no fortalece la ventaja (geográfica) de Chile si nuestra Tierra del Fuego sigue abandonada”, se quejó.
Renovado interés estratégico
Boric decidió visitar la Antártida el año pasado con el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres. Milei lo hizo apenas asumió y fue con el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el argentino Rafael Grossi.
Ambos mandatarios le dieron un carácter científico a sus respectivos viajes, pero en los hechos, son dos presidentes que no hablaron nunca, tienen enormes diferencias ideológicas, y estrategias diferentes. Esos viajes son más bien competitivos entre ambos y no cooperativos.
Pero inesperadamente, el presidente argentino dio un sacudón en el sur con su visita a Ushuaia. Modificó el tablero austral y puso en valor político a Tierra del Fuego como eslabón geográfico vital de la proyección antártica argentina.
El club antártico de los que reclaman en la Antártida se divide en dos grupos: países con cualidad antártica: Chile, Argentina, Nueva Zelanda y Australia, y otros sin cualidad antártica: Francia, Reino Unido y Noruega.
Los primeros buscan potenciar la cohesión geográfica como eslabón desde sus territorios hacia la Antártida. Los segundos hacen política antártica a “control remoto”, es decir desde lejos.
Perteneciendo Chile al primer grupo, hace política antártica como el segundo, porque en general las críticas a sus gobernantes es que tiene abandonada su propia Tierra del Fuego.