El aniversario 214 de la conformación del Primer Gobierno Patrio, el 25 de mayo de 1810 encierra el recuerdo de varios eventos de trascendencia nacional en los días previos, que resultaron determinantes para, años más tarde, lograr la independencia.
Estos sucesos históricos son el tópico ideal para abordar junto a los más chicos las temáticas sociales y políticas de la época y la intervención de determinados actores que fueron fundamentales en la historia nacional.
Cada 25 de mayo se recuerda el comienzo de la gesta independentista en la Argentina, por lo que es considerada una de las fechas más importantes del calendario nacional, y por ello es una oportunidad para reflexionar con los más chicos sobre lo sucedido aquellos años.
Por eso, es una buena oportunidad para reflexionar qué pasó aquel día y qué cambió desde entonces en el país.
Es importante entender que la Argentina no existía como tal, sino que el territorio formaba parte del Virreinato del Río de la Plata: uno de los dominios coloniales en los que se dividía el continente sudamericano administrado en ese entonces por los reyes españoles. Este territorio no solo contenía a nuestro país, sino que también estaba integrado por Bolivia, Uruguay, Paraguay y partes de Chile y Brasil.
La capital del virreinato estaba en Buenos Aires, por lo que los hechos que ocurrían allí tenían trascendencia en la totalidad del territorio y eventualmente en todo el continente.
El 25 de mayo culminó un proceso que había comenzado el 18 de este mes, cuando el virrey Cisneros (la autoridad colonial de España al frente de lo que hoy es nuestro país) pidió que la población se mantuviera leal a los reyes de España, que habían sido depuestos por Napoleón en Francia.
Una congregación de personas a las afueras del Cabildo, el edificio donde se concentraba la autoridad real, pedía, en cambio, que se formara un Cabildo Abierto o una asamblea para definir cuáles serían los pasos a seguir. Esta posibilidad fue concedida el 22 de mayo. En aquel entonces, mientras algunos querían permanecer bajo la tutela de alguna potencia colonial, otros avivaban la idea de la independencia nacional o, al menos, la renuncia del virrey y la conformación de un gobierno formado por criollos.
Por eso, cuando el 23 de mayo el Cabildo Abierto decidió formar una Junta de gobierno presidida por Cisneros, estalló la indignación. La posición del virrey era débil, y al día siguiente, las protestas fueron tan fuertes que lograron la renuncia del español y de todos los demás miembros de la Junta.
Finalmente, el 25 de mayo culminó este proceso. La muchedumbre aguardaba afuera del Cabildo, ansiosa por saber qué ocurría puertas adentro del edificio que hoy se conserva en la Plaza de Mayo. La tensión se liberó y hubo festejos cuando se comunicó la decisión oficial: se formaría una Junta revolucionaria, luego llamada Primera Junta, que, como su nombre lo indica, fue el primer gobierno patrio formado por criollos.
¿Quiénes formaron la Primera Junta?
Cornelio Saavedra ocupó el cargo de presidente de la Primera Junta. Los vocales fueron: Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea. El rol de secretarios lo completaron: Juan José Paso y Mariano Moreno.
Saavedra fue el encargado de hablar a la multitud de la plaza y anunciar la novedad que marcaría el inicio del camino hacia la independencia.
La gesta independentista en el país comenzó a escribirse a partir del 25 de mayo. Aunque en un principio la Primera Junta reconoció la autoridad del rey español depuesto, algunos historiadores sostienen que se trató de una estrategia para poder seguir con sus intenciones separatistas sin sufrir represalias.
En esa época, en Brasil estaba instalada la Corte Real portuguesa, exiliada de su propio país por las invasiones napoleónicas. Su conexión con el depuesto rey español, hacía que los miembros de la Primera Junta se manejaran con cuidado a la hora de expresar sus lealtades.
De cualquier manera, la Primera Junta exigió el reconocimiento de las otras provincias que conformaban el Virreinato. Para eso envió contingentes armados que llevaban las noticias de Buenos Aires y pedían el envío de representantes para sumar al nuevo gobierno.
Si bien la adhesión generó gran entusiasmo en muchos lugares, otras ciudades rechazaron su autoridad y pretendieron mantener la situación como había sido hasta entonces. Esto provocó frentes contrarrevolucionarios, los más importantes en Asunción, Córdoba y Montevideo.
Esto determinó los primeros enfrentamientos de la nueva revolución, los cuales forman parte de la historia grande de nuestro continente. En este contexto, se dio comienzo a un nuevo capítulo de la Guerra por la Independencia Hispanoamericana.
LA NACION