miércoles, 27 noviembre, 2024
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Los cuartos de final malditos de la Copa América: de la mano de Tulio al penal de Tevez

HOUSTON (enviado especial).- Desde que la Copa América adoptó el formato de una sede única y participación de todos los equipos del continente (más invitados, en ocasiones), hace ya varias ediciones que la selección argentina es gran protagonista. En los últimos cuatro torneos jugó los seis partidos, es decir el máximo al que se puede aspirar. La selección perdió las finales de 2015 y 2016, consiguió el tercer puesto en 2019 y conquistó el trofeo en 2021. Sin embargo, antes de ello, vivió situaciones de tropiezos en circunstancias inesperadas. A la espera del choque frente a Ecuador en el NRG Stadium, que tiene al equipo de Lionel Scaloni como amplio favorito, un repaso por algunos cuartos de final malditos para la Argentina en la historia de la Copa América.

Después del bicampeonato conseguido por Alfio Basile, llegó la Copa América de 1995 en Uruguay. El nuevo ciclo, encabezado por Daniel Passarella, afrontaba el primer desafío grande con vistas al Mundial Francia 98. Argentina comenzó con dos triunfos que le aseguraron el pase a cuartos; el tercer partido del grupo solo decidía la posición, y el DT tomó una decisión que a la larga sería motivo de recriminación. Puso suplentes frente a Estados Unidos, que goleó, se quedó con el primer lugar y lo obligó a cruzarse en cuartos con el primero del otro grupo que era nada más y nada menos que Brasil, el flamante campeón del mundo.

Aquella noche en Rivera Argentina formó con Rolando Cristante; Javier Zanetti, Fernando Cáceres, Néstor Fabbri y José Chamot; Diego Simeone, Leonardo Astrada y Juan José Borrelli; Ariel Ortega; Abel Balbo y Gabriel Batistuta.

Balbo puso en ventaja rápidamente a Argentina, Edmundo igualó para Brasil y Batistuta marcó el 2-1. El partido ya se terminaba y parecía que la selección sorteaba exitosamente al escollo más difícil. Pero el diablo metió la cola. O mejor: Tulio metió la mano. El delantero brasileño bajó con el brazo un centro y definió cuando faltaba un minuto. El árbitro peruano Alberto Tejada no vio la infracción y el 2-2 mandó el encuentro a penales. Cholo Simeone y Néstor Fabbri no convirtieron sus disparos y Argentina, que tenía todo a mano para seguir en el torneo, se quedaba afuera en los cuartos de final.

Dos años más tarde, todavía con Passarella al mando, la selección concurría a la Copa América de Bolivia. Había un triste antecedente cercano, un partido por eliminatorias en La Paz que terminó en escándalo, batalla campal y el delantero Julio Cruz con un corte que luego se determinó que había sido autoinfligido para sacar ventajas. Passarella, además, era enemigo público en ese país por sus declaraciones en contra de jugar en la altura.

Argentina jugó en Cochabamba y tuvo una primera fase irregular: le ganó a Chile e igualó con Ecuador y Paraguay. Pasó segunda y le tocó Perú, en Sucre. Roa; Vivas, Berizzo y Raúl Cardozo; Pineda, Zapata, Bassedas y Rodolfo Cardoso; Gallardo; Delgado y Cruz fue la formación inicial. Perú se puso 2-0 con tantos de Carazas e Hidalgo y la albiceleste descontó con un tanto de Marcelo Gallardo de penal. Una actuación insulsa de principio a fin en la previa de Francia 98.

En 1999 el torneo se organizó en Paraguay. Argentina, ya con Marcelo Bielsa al timón, tuvo una zona complicada: triunfo contra Ecuador, derrota 0-3 con Colombia y una victoria sólida frente a Uruguay que la clasificaron en el segundo lugar. Pero otra vez los cuartos de final serán contra Brasil, liderado por Ronaldo y Rivaldo, reciente subcampeón del mundo y defensor del título.

La alineación inicial de la selección –que incluía a dos actuales miembros del cuerpo técnico de Lionel Scaloni- fue con Germán Burgos; Roberto Ayala, Mauricio Pochettino y Wálter Samuel; Javier Zanetti, Diego Simeone y Juan Pablo Sorín; Juan Román Riquelme; Ariel Ortega, Martín Palermo y Kily González.

Argentina comenzó arriba con un gol de Sorín, pero Rivaldo y Ronaldo dieron vuelta el partido. Brasil volvería a ganar el título y Argentina sumaría una nueva y temprana frustración.

Después de las finales perdidas en 2004 y 2007, ambas ante Brasil, Argentina organizó su propio certamen en 2011. Sergio Batista había asumido en un período convulsionado luego de la experiencia de Diego Maradona en el Mundial de Sudáfrica. La selección no pasaba por un buen momento anímico y hubo controversia con la convocatoria de Carlos Tevez. Esa Copa América fue dolorosa para Lionel Messi, abucheado en un empate sin goles ante Colombia, en Santa Fe. Fue una floja fase de grupos (empate con Bolivia y victoria ante Costa Rica) y un segundo puesto que cruzó en el camino a Uruguay.

Otra vez en Santa Fe, Argentina empezó perdiendo 1 a 0, pero lo igualó con gol de Higuaín. Todo terminó en los penales y en una despedida gris: Uruguay convirtió todos y en la selección falló Tevez. Afuera del torneo muy temprano y en propia casa. Aquella fría noche Batista alineó a un verdadero equipazo: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Nicolás Burdisso, Gabriel Milito y Javier Zanetti; Fernando Gago y Javier Mascherano; Lionel Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María; Gonzalo Higuaín. Sin embargo, no funcionó y la desazón fue total en este torneo que finalmente ganó Uruguay.

Higuaín, Pastore, Messi y Milito, desilusionados tras quedar eliminados por penales ante Uruguay, en los cuartos de final de la Copa América 2011Ricardo Mazalan – AP

Fue el último cuarto de final maldito. Luego vendrían actuaciones más sólidas, y tras los golpes ante Chile, la reconstrucción anímica de la Scaloneta que desembocó en la conquista de Río de Janeiro.

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