Los guardias del Palacio de Buckingham son, en sí mismos, una joya valiosa para los turistas, que tomaron la costumbre de posar junto a ellos o, también, para los caballos que montan. Parecerán tiernos, agradables y mansos, pero no todo es lo que aparenta. En la mayoría de los casos suele existir una represalia por parte de la custodia o del animal, como le sucedió a una turista china que fue mordida en el brazo por el caballo y su reacción dio vuelta al mundo.
Las redes sociales están colmadas de videos en los que diferentes turistas pasean por las inmediaciones del palacio donde reside el rey Carlos I en Londres. Este es un punto neurálgico y de gran atracción e interés. En los últimos años también se incluyó la modalidad de posar junto a los guardias reales. Puede que este sea uno de los mejores recuerdos de una maravillosa gira por Inglaterra, en la que se puede estar cerca de la corona. No obstante, esto no siempre termina en buenos términos.
En esta oportunidad, una turista de origen chino se dirigió hacia el pórtico donde se encuentra uno de los guardias arriba de un caballo negro. En ningún momento obedeció al cartel impreso en una placa, el cual rezaba: “Cuidado, los caballos pueden patearte o morderte”. Al infringir esta advertencia, se posó a su lado y de inmediato el animal le mordió el brazo derecho bruscamente.
Al sufrir el ataque, la mujer de gorra y remera de Pink Floyd gritó debido al dolor. Incluso el caballo la arrastró con fuerza unos centímetros hasta que logró soltarse. En ese instante caminó hasta el contingente de turistas de su nacionalidad y relató lo que sentía. Lo cierto es que, mientras el resto de los presentes grababa esa situación, ella se desmayó y cayó repentinamente al suelo. Gracias a la ayuda de sus compañeros, se corrió hacia el respaldar de vallas que rodean al palacio y se recompuso del susto.
Con el fin de ayudar y orientar a la turista, el Guardia del Rey le preguntó: “¿Podés ir a buscar a un oficial de policía?”. A pesar de este gesto, las personas desoyeron los comentarios y se centraron en la recuperación de la mujer.
La Guardia del Rey funcionó antiguamente como la Guardia de la Reina. Según explicó el medio británico The Sun, la presencia de los soldados con los uniformes tradicionales del ejército inglés es un tema de “intriga y fascinación” para los extranjeros que se vuelven locos por tener una foto. A este grupo lo conforman la Guardia Granadero, la Guardia Coldstream, la Guardia Escocesa, la Guardia Irlandesa y la Guardia Galesa.
Los guardias reales están presentes en las afueras del palacio y llevan una túnica rojo brillante con pieles de oso. Los símbolos que porta son tradicionales de Londres. Están allí para custodiar las afueras y tienen prohibido hablar con la gente. Solo pueden emitir un grito cuando alguien se acerca demasiado a ellos, rompe las reglas e incluso hasta tienen el permiso de usar sus bayonetas si una persona se pone violenta.
El clima no es un impedimento para estos soldados, quienes deben resistir las lluvias interminables con las túnicas de oso que se vuelven pesada por la humedad o en las temporadas de temperaturas altas, con riesgos de sufrir golpes a de calor.
LA NACION