Aunque existía un compromiso del oficialismo de que una vez por semana habría reuniones de la bicameral encargada de revisar la validez de los DNU, en realidad eso no ocurrió. La última vez que se juntó la comisión fue en abril. Con la excusa del tratamiento de la Ley Bases, no hubo más convocatorias a reunión, lo que en los hechos favoreció a Javier Milei: sus decretos quedan sin tratarse.
Este lunes, los diputados Nicolás Massot (Hacemos Coalición Federal) y Francisco Monti (UCR) se proponen presentar una nota dirigida al presidente de la bicameral, el libertario Juan Carlos Pagotto, para intimarlo a que convoque a reunión de manera urgente.
Buscaban sumar más firmas a su pedido. Se hablaba del senador del peronismo disidente Carlos Espínola, también miembro de esa bicameral clave. Dato extra: los tres integran lo que se considera la oposición dialoguista.
En la nota habrá una línea en la que se reclamará que se cambie la agenda de trabajo de la comisión.
Hasta ahora había un acuerdo político para tratar de atrás para adelante los DNU que no fueron revisados y que quedaron de las gestiones de Mauricio Macri y Alberto Fernández, algo que cuestionaba el kirchnerismo.
Bajo este esquema se trataron 96 decretos y quedarían otros 42 pendientes. Más los dos últimos de Milei: el de disolución de la AFI y el regreso de la SIDE y el de otorgamiento de multimillonarios fondos reservados a la agencia de de inteligencia.
Ahora, sectores de la oposición sostienen que la realidad se impone y deben tratarse ya esos dos DNU.
El oficialismo tiene los números demasiado finos en esa bicameral. Cualquier maniobra -por ejemplo, dilatar una convocatoria a reunión- que enoje a la oposición dialoguista podría hacer, incluso, que le quiten la presidencia a La Libertad Avanza.
Cuando se constituyó la comisión, el cargo iba a recaer en manos del senador radical chaqueño Víctor Zimmermann, quien lo cedió porque entendió que debía ser ocupado por un oficialista.
Buscan bocharlo
De los dos DNU vinculados con la SIDE, solo ingresó al Congreso el de creación del nuevo organismo. El de los fondos aún no. Pero el Gobierno aún tiene margen legal para enviarlo en los próximos días.
Ya la semana pasada diputados del bloque Hacemos y de la Coalición Cívica habían presentado proyectos para anular el DNU de los fondos reservados. Ahora, el diputado radical Monti se suma a la movida que apunta contra ese decreto.
El bloque de la UCR aún no tiene una postura orgánica definida, pero un puñado de sus integrantes -se mira a los que juegan con Facundo Manes– podrían ir por el rechazo del decreto.
Más allá de lo que resuelva la bicameral (el dictamen no es vinculante), el pleno de Diputados puede tratar la validez del DNU a los 10 días de la firma del decreto. Si UxP, Hacemos, los “lilitos”, algunos otros bloques y parte de la UCR se juntan, podrían bochar el decreto.
“El DNU se va a caer porque es un disparate. No hay plata para los jubilados y aumentan más del 700% los fondos reservados de la SIDE”, se envalentonó un diputado. Para que pierda validez también deberá ser rechazado también por el Senado.
En el bloque del PRO,que conduce Cristian Ritondo, se muestran cautos. Dicen que antes de tratar el DNU debería conformarse la bicameral de Inteligencia y discutir ahí si es necesario, o no, para la seguridad incrementar los fondos de la SIDE.
Argumentan que un banco puede llegar a invertir US$ 50 millones por año en ciberseguridad, con lo que per se no se puede rechazar «porque sí» una ampliación de fondos para la SIDE.
Pero ahí surge otro problema: hay una dura pelea por la presidencia de esa comisión. El PRO insiste con que existe un acuerdo político en el Congreso y que les corresponde. La Casa Rosada -puntualmente el asesor presidencial Santiago Caputo– busca desconocerlo e imponer a otro senador en ese cargo.