Aunque resulte complicado ver construcciones humanas desde el espacio, no es algo del todo imposible. Es lógico suponer que lo que se distingue más fácilmente desde la órbita terrestre debería ser una estructura monumental, de gran tamaño o impresionante. Sin embargo, aunque podamos pensar en la pirámide más imponente de Egipto, con sus 140 metros de altura y una base de 230 metros, o en la famosa Gran Muralla China, que se extiende por miles de kilómetros, la realidad es que estas construcciones no son tan fácilmente visibles desde el espacio como se imagina.
Se trata de los invernaderos de El Ejido, popularmente conocidos como el “mar de plástico” de Almería, una vasta extensión de estructuras agrícolas que cubren gran parte de esta región. Con una superficie que alberga la mayor concentración de cultivos bajo plástico de toda España, estos invernaderos se extienden a lo largo de miles de hectáreas, creando un paisaje único y fácilmente reconocible. Es precisamente el tono brillante y reflectante de estas instalaciones lo que hace que sean visibles incluso desde la Estación Espacial Internacional, destacándose como un enorme parche blanco en la costa mediterránea.
El 24 de mayo de 2022, el satélite Landsat 9, a través de su Generador Operacional de Imágenes de Tierra 2 (OLI-2, por sus siglas en inglés), obtuvo estas imágenes en color natural de un vasto mar de invernaderos de plástico que rodean el pueblo de El Ejido. Este sitio se encuentra en una pequeña llanura costera conocida como Campo de Dalías, una zona que destaca por tener una de las mayores concentraciones de invernaderos en todo el mundo.
La provincia de Almería, a pesar de tener algunas de las condiciones climáticas más secas de Europa, logró transformarse en un centro destacado de agricultura de invernadero gracias al acceso a aguas subterráneas y a la abundancia de sol. Este cambio dio lugar al llamado “mar de plástico”, una extensión masiva de invernaderos que cubre 12.756 hectáreas, casi la mitad del suelo agrícola de la provincia, que en total abarca 25.384 hectáreas.
Asimismo, se sabe que los invernaderos de El Ejido producen entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de frutas y verduras al año, según algunas estimaciones. Esta producción es tan significativa que le permite a Almería ser una fuente clave de alimentos frescos, como tomates, pimientos, pepinos y melones, para los habitantes de todo el continente europeo, incluso fuera de temporada.
Cabe destacar que los invernaderos son un fenómeno relativamente reciente. Según detalla la web de la NASA, en la década de 1950, la llanura costera del Campo de Dalías estaba principalmente cubierta por matorrales, pastos y algunas pequeñas parcelas de cultivos de temporada que crecían al aire libre. Sin embargo, durante esa década y la siguiente, los agricultores comenzaron a añadir capas de arena y mantillo al suelo y a cubrirlo con plástico para protegerlo de los vientos fuertes y las aguas subterráneas salinas. Con el tiempo, descubrieron que el cultivo bajo plástico resultaba ser mucho más productivo que el cultivo al aire libre, ya que el suelo permanecía más cálido y retenía mejor la humedad.
El astronauta y exministro de Ciencia e Innovación español, Pedro Duque, afirmó en Desafía tu mente, programa de TVE, que “lo que más se ve es el campo de invernaderos del sur de Almería, eso es lo que se ve de todo el mundo”. Ante las consultas con respecto a la Gran Muralla, destacó que no se ve como se creería teniendo en cuenta que “es un muro, tampoco muy alto, hecho con los mismos materiales que la tierra que lo rodea”. En esta misma línea, la NASA confirmó que estos invernaderos no solo son visibles, sino que también contribuyeron a un efecto de enfriamiento local al reflejar grandes cantidades de luz solar con su cobertura plástica blanca.
LA NACION