La Legislatura de Córdoba aprobó por unanimidad una modificación a la Ley 6.964 de Áreas Naturales Protegidas, con el propósito de mejorar la conservación de las especies en peligro de extinción, y de esta manera reconocer como monumentos naturales tanto a la flora como a la fauna autóctonas.
La reforma fue impulsada por los legisladores Abraham Galo (Hacemos por Córdoba) y Brenda Austin (UCR) para reforzar la defensa de la biodiversidad y modifica los artículos 33, 34, 35 y 36 del capítulo “Monumentos Naturales Provinciales” para ampliar el concepto e incluir a las especies que están en riesgo de desaparecer.
De esta manera incorpora como eje central un inciso referido a “cosas, especies vivas de animales o plantas de interés estético, valor histórico o científico”, aspecto que está sin regular en la ley vigente. Es decir, que amplia el concepto para que no se refiera meramente a “cosas” sino también que alcance a los animales y a las plantas.
“La modificación permite cambiar esa definición y se puede declarar monumento a un sitio, a una planta o a un animal”, aclaró Austin a La Voz.
Y remarcó el trabajo mancomunado con las organizaciones, quienes señalaban desde hace un tiempo que “Córdoba no contaba con un marco de protección para resguardar a los animales y a las plantas que están en peligro de extinción o que tienen un valor icónico para la provincia. Muchas son endémicas”.
Por ejemplo, se puede declarar monumento natural al aguará guazú, especie que está en peligro de extinción. Pero también a otras como el guanaco, el carpincho, el tapetí, el oso melero, el pecarí de collar, entre otras. Además, aves como el loro hablador, el rey del bosque y el águila coronada, entre otros.
“Con la declaración de monumentos se ofrecen una serie de esquemas protectorios contra el mascotismo, la caza ilegal y los incendios forestales que destruyen sus hábitats”, remarcó la legisladora.
Y sumó: “Es un paso en un conjunto de transformaciones que tiene que dar Córdoba para custodiar nuestros recursos naturales”.
Un gran paso
La iniciativa contó con el respaldo de Fundación Mil Aves, la reserva Tatú Carreta, Fundación Natura, y equipos de investigación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
“Nos parece muy importante que se de esta ampliación. Muchas de las especies que llegan a la reserva están en peligro de extinción”, expresó María Ahumada, de la reserva Tatú Carreta.
A la vez, recordó que en 2020, desde la reserva iniciaron un pedido para declarar al aguará guazú como monumento natural, algo que ya se dio en otras provincias del país, como por ejemplo Santa Fe.
“Hicimos una campaña para juntar firmas y nos dimos con que la actual legislación no contemplaba, para el caso de la provincia de Córdoba, la inclusión de especies de fauna y flora”, sostuvo, y confió que con la modificación el aguará guazú pueda convertirse en monumento natural.
“Esperamos la materialización de la real conservación, además de programas y recursos de la Provincia de Córdoba para llevarlos a cabo”, indicó la legisladora.
¿Qué son los monumentos naturales?
En las tipologías de conservación (reservas, parques, entre otros), los monumentos naturales son regiones, objetos, especies vivas de animales o plantas que tienen un valor histórico, estético o científico, y se les otorga protección absoluta.
En Argentina, por ejemplo, son monumentos naturales autóctonos: la ballena franco austral, el huemul, la taruca (ciervo) y el yaguareté.