En medio de una reestructuración del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el gobierno de Javier Milei decidió desplazar a Roberto Bosch de su cargo como embajador en Madrid y a Pablo Piñeiro Aramburu como cónsul general en Nueva York.
El desplazamiento de Bosch ya fue notificado, aunque aún no se emitió la resolución interna que lo oficializa. En el caso de Piñeiro Aramburu, la orden de traslado de regreso a Buenos Aires ya fue emitida.
Roberto Bosch, un diplomático de carrera, había sido ascendido al cargo de embajador en Madrid por la excanciller Diana Mondino. Su nombramiento no fue bien visto por el gobierno de Pedro Sánchez, ya enemistado con Milei. Durante su tiempo en Madrid, Bosch tuvo conflictos con el agregado comercial de la embajada, Alejandro Nimo, cercano a Sergio Massa y con buenas relaciones con el empresariado español.
Muchos consideran este movimiento como algo natural dado el cambio de canciller. Mondino impulsó a Bosch, y ahora Werthein, el nuevo canciller, buscará colocar a alguien de su confianza. Se especula que el reemplazante podría ser un hombre de negocios, similar a lo que ocurrió con la designación de Alejandro Oxenford en Washington.
El caso de Piñeiro Aramburu es distinto. Según Clarín, fue desplazado por organizar una lujosa fiesta de Halloween en su residencia, con bebidas y catering de alta gama.
Estos desplazamientos se dan en un contexto de reestructuración de la Cancillería, donde se está definiendo el nuevo organigrama bajo la dirección de Werthein. Se habla de fusionar oficinas de consulados con embajadas, cerrar embajadas en África y Europa del Este y Central, y fusionar la secretaría de Política Exterior con la de Comercio Internacional.
El canciller Werthein aún no definió quiénes ocuparán los altos cargos de su equipo, incluyendo el puesto de vicecanciller. Sin embargo, se sabe que su jefe de Gabinete será Ricardo Lachterman, quien trabajó con Werthein durante su breve período como embajador ante Estados Unidos.
En el caso de la embajada en España, Clarín informó que Bosch no logró reunir a un grupo de empresarios que agradara a Milei durante su visita a España. También tuvo una mala relación con Jesús Huerta de Soto, un economista español cercano a Milei.
La mala relación entre Milei y el presidente español Pedro Sánchez también influyó en la situación de la embajada en Madrid. Sánchez retiró a su embajador en Buenos Aires, aunque se espera que pronto sea repuesto. De hecho, el nuevo embajador español, Joaquín María de Arístegui Laborde, ya se encuentra en Buenos Aires.