El segundo día de la visita de Estado a Italia de los Reyes de España, este miércoles, está consagrado a los encuentros más institucionales y políticos. La jornada ha comenzado con una ceremonia en el Quirinal, el palacio abandonado por el último rey italiano cuando el país se convirtió en República y que desde entonces es sede de la presidencia transalpina. Ahí, Felipe VI y Letizia han sido recibidos por el presidente Sergio Mattarella y su hija Laura, que en la actualidad ejerce como primera dama.
El primero en hablar ha sido Mattarella, quien ha querido trasladar el pésame por las consecuencias de la Dana en Valencia. «La ubicación de España e Italia en el centro del Mediterráneo hace que compartamos sentimiento sobre el cambio climático«, ha dicho. El presidente italiano ha instado a «trabajar juntos para la mitigación del cambio climático y para una transición [verde]», ha añadido.
Por su parte, el Rey ha recordado que el objetivo de su viaje es «profundizar las relaciones entre España e Italia». «En nuestro mundo actual, en continua y acelerada transformación, los pilares en los que se apoya nuestra relación —amistad, cooperación y solidaridad— son esenciales para que podamos trabajar coordinada e intensamente en la búsqueda de respuestas conjuntas a los retos y desafíos que ambos países tenemos planteados», ha añadido el monarca español, poco antes de otros actos de carácter protocolario y del encuentro con Giorgia Meloni, la primera ministra del país.
Reunión entre cambios
Felipe VI y Letizia han almorzado a la una de la tarde con la líder ultraderechista de Hermanos de Italia, proclamada esta semana como la mujer «más poderosa» de Europa por la revista europea Politico. Lo han hecho en la residencia del Bel Respiro, ubicada en el parque romano de Villa Pamphili. Una cita a puerta cerrada que también será el primer cara a cara entre Meloni y Felipe VI y que se celebra en un momento político de cambios, eso es, cuando la italiana ha vuelto a cobrar relevancia por su cercanía con el entourage de Donald Trump, que el próximo 20 de enero asumirá formalmente el cargo como presidente de Estados Unidos.
Con esta realidad, y la afianzada relación entre Italia y España como base, las conversaciones con la delegación española se centrarán en asuntos políticos y económicos, según las autoridades españolas. Todo ello con el telón de fondo de las distancias con el socialista Pedro Sánchez, cuyo Gobierno se encuentra a las antípodas del de Meloni en diversos temas, entre ellos la gestión de los inmigrantes irregulares que intentan cruzar el Mediterráneo para alcanzar la Unión Europea.
Otro momento clave de la jornada será asimismo el discurso que Felipe VI pronunciará en el Congreso transalpino. El último en encontrarse con los Reyes durante el día será el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, integrante del progresista Partido Democrático (PD).