El mundo experimentó en 2024 un promedio de 41 días adicionales de calor peligroso respecto a la media de los últimos años, y ello fue debido al calentamiento causado por la humanidad, según un estudio elaborado por un grupo de científicos.
El informe de World Weather Attribution (WWA) y Climate Central, dos entidades especializadas en el seguimiento del cambio climático, efectúa una seria llamada de atención. Tras analizar cómo ha sido este último año de clima extremo, advierte de que todos los países deben prepararse para un aumento de los desastres climáticos si quieren minimizar las muertes y los daños en 2025 y más allá.
Se necesita una transición mucho más rápida para abandonar los combustibles fósiles y “evitar un futuro de olas de calor, sequías, incendios forestales, tormentas e inundaciones implacables”
También destaca que se necesita una transición mucho más rápida que la actual para abandonar los combustibles fósiles y “evitar un futuro de olas de calor, sequías, incendios forestales, tormentas e inundaciones implacables”.
Los 41 días de calor extremo y peligroso que ha añadido la Tierra en 2024 son una media, porque, según el informe, ha habido países que han llegado a superar los 70, como Arabia Saudí, e incluso más de 130 en la zona del ecuador, lo que supone una situación de verdadera alarma. En España, los días de calor extremo añadidos fueron 30 en 2024, es decir, un mes entero con la población sometida a temperaturas excepcionalmente altas, con sus consiguientes riesgos para la salud.
De hecho, el informe también concluye que el cambio climático intensificó 26 de los 29 fenómenos meteorológicos estudiados y que mataron al menos a 3.700 personas y desplazaron a millones de ciudadanos que debieron abandonar sus casas en numerosos países del globo.
“Hay que abandonar los combustibles fósiles”
«Los impactos del calentamiento por combustibles fósiles nunca han sido más claros ni más devastadores que en 2024», afirma Friederike Otto, directora de WWA y profesora titular de Ciencia del Clima en el Imperial College de Londres.
«Sabemos exactamente lo que tenemos que hacer para evitar que las cosas empeoren: dejar de quemar combustibles fósiles. La principal resolución para 2025 debe ser la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles, lo que hará del mundo un lugar más seguro y estable».
Si el mundo no abandona rápidamente el petróleo, el gas y el carbón, la cantidad de días de calor peligrosos seguirá aumentando cada año y amenazará la salud pública, dicen los científicos.
Pero el calor extremo también disparó olas de calor, sequías, incendios, tormentas y fuertes lluvias, lo que provocó inundaciones durante todo el año.
El mayor desastre climático del año: 2.000 muertos en Centroáfrica
El equipo de científicos estudió 29 de estos eventos y encontró evidencia clara del cambio climático en 26. Las inundaciones en Sudán, Nigeria, Níger, Camerún y Chad fueron el desastre que más muertes causó de todos los estudiados por el grupo, con al menos 2.000 personas fallecidas y varios millones de desplazados.
Si el calentamiento alcanza los 2 °C, lo que podría suceder ya en la década de 2040 o 2050, estas regiones podrían sufrir tormentas extremas como estas todos los años, según el estudio, lo que destaca cómo el cambio climático está convirtiendo algunos eventos en una «nueva normalidad».
Si el mundo no abandona rápidamente el petróleo, el gas y el carbón, la cantidad de días de calor peligrosos seguirá aumentando cada año
Por otra parte, el huracán Helene dejó 230 personas muertas en seis estados de EE UU, lo que lo convirtió en uno de los huracanes continentales más mortíferos del país en los últimos 50 años, solo superado por el huracán Katrina en 2005.
El cambio climático hizo que las altas temperaturas del mar que alimentaron a Helene fueran entre 200 y 500 veces más probables y aumentaron sus devastadoras lluvias en un 10 por ciento, encontraron los científicos.
La DANA de Valencia es otro de los fenómenos que, con más de 200 muertos, aparece en el mapa de desatres causados por el cambio climático en esta investigación.
El calentamiento global, además, amenaza con provocar cambios irreversibles en los ecosistemas, como se ha visto con la excepcional sequía que ha sufrido la Amazonía, un área crucial para la estabilidad del clima global. El calentamiento provocado por el hombre está empujando a la selva hacia un estado más seco, que podría provocar una muerte masiva de árboles y, de este modo, la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera.
Más al sur, el humedal brasileño del Pantanal, un hogar de biodiversidad que alberga especies en peligro de extinción que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta, experimentó una de las peores temporadas de incendios forestales de su historia.
Las condiciones cálidas, secas y ventosas que provocaron los incendios forestales en junio también se intensificaron aproximadamente un 40 por ciento debido al cambio climático, descubrieron los científicos.
El calentamiento global causó más daño que El Niño en 2024
Muchos de estos fenómenos extremos producidos a principios de 2024 estuvieron influenciados por El Niño, el fenómeno natural que tiende a calentar el planeta. Sin embargo, los expertos concluyen que el cambio climático tuvo un impacto mayor que El Niño en la aparición de estos fenómenos, incluida la sequía histórica en la Amazonia.
El informe propone cuatro medidas urgentes para 2025 con el fin de abordar el cambio climático y proteger a las personas de los fenómenos meteorológicos extremos: un abandono más rápido de los combustibles fósiles, mejoras en la alerta temprana, informes en tiempo real de las muertes por calor para saber su cantidad exacta y financiación internacional para ayudar a los países en desarrollo a ser más resilientes.
Estudio de referencia: https://www.worldweatherattribution.org/when-risks-become-reality-extreme-weather-in-2024/
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