Rodrigo de Loredo evita confirmar que será candidato a diputado nacional el año próximo, pero lo da a entender. A veces, no es necesario afirmar lo obvio. Tampoco dice el presidente de la bancada de la UCR en Diputados si es posible o no una alianza electoral con La Libertad Avanza para 2025. “Eso queda en manos del partido”, asegura, escuetamente. El Congreso Partidario, el órgano que decide la estrategia electoral, es controlado por el deloredismo.
Luego de participar de una extensa reunión con el presidente Javier Milei junto a su bloque en la Casa Rosada, el radical habló con La Voz.
De Loredo asegura que aún no habló con el senador Luis Juez sobre las condiciones en las que se dará la puja provincial de 2027. Como se sabe, ambos pretenden lo mismo: encabezar el proyecto opositor para desbancar en el poder al peronismo que conduce Martín Llaryora.
–¿Su intención es renovar la banca de Diputados el año que viene?
–El año que viene la decisión que vamos a tomar no va a ser personal sino colectiva, de un grupo grande de dirigentes, intendentes, legisladores que tenemos de los cuales me siento acompañado y contento de la solidez que logramos.
–Usted ya dijo que competirá por el poder provincial en 2027. ¿Se puede ser candidato a gobernador sin renovar la banca el año que viene?
–La decisión del año que viene va a tener estar relacionada con la decisión y el objetivo de gobernar la provincia en el 2027.
–Casi no hay forma de interpretar esa respuesta como un “sí”, que será candidato a diputado.
–La decisión que tomaremos en 2025 será mirando el 2027. Punto.
–¿Cómo está la relación con Luis Juez? Este año, a diferencia de 2023, por primera vez tuvieron varios roces.
–Hay una sociedad que permanece más allá de los cambios que hubo del 2021 a acá. Le tengo mucho afecto y respeto desde lo personal al Luis, y lo banco políticamente. Se comportó, sin haberlo acordado, de idéntica manera a como lo hice yo en el Congreso. Poniendo los mismos límites en universidades, en jubilaciones. Valoro la pelea que dio por la expulsión del senador Kueider. Me siento identificado muchas veces en la soledad de muchas disputas que da.
–Pero en 2027 sólo uno podrá ser candidato si quieren derrotar al peronismo, como aseguran ambos…
–Desearía que en esta oportunidad él tenga el mismo gesto que yo supe tener cuando tenía la pretensión de gobernar Córdoba y teníamos una gran paridad. Ahora, el gesto yo se lo voy a pedir si estamos parejos como siempre estuvimos. No se me ocurra pedir un gesto si yo no estoy bien.
–¿Hablaron ya de esas condiciones?
–No, todavía no lo hemos hablado. En el proceso anterior, el de 2023, sí hubo muchísimo diálogo. Luis me manifestó que era su última oportunidad. Opinaba que yo tenía que ser naturalmente candidato a intendente y después, ante mi indefinición, se entusiasmó con que yo fuera en la fórmula provincial. Yo ahora no pretendería que el fuera la mía en el 2027 pero si pretendería que tengamos la misma gestualidad y conducta.
–Terminó el año más cerca de La Libertad Avanza de lo que lo comenzó. ¿Va a explorar un acuerdo electoral para 2025 en Córdoba con los libertarios?
–Faltan cinco meses, que equivale a cinco años. Es absolutamente apresurado. Estoy ocupado en que la sociedad logre interpretar los valores y los conceptos que representamos. Creo que lo hemos logrado y eso tiene un capital político. Analizaremos cómo se presenta llegado el momento.
–¿Tiene posibilidades de pasar el filtro de la UCR un acuerdo electoral con La Libertad Avanza?
–Nuestro partido tiene un órgano como el Congreso, que debate todos los temas sin prejuicios. Y son ellos los que, en su oportunidad, analizarán lo más conveniente para Córdoba primero y para la Argentina después.
Rol de equilibrista y un bloque dividido
–¿Qué balance hace de su año al frente del bloque de Diputados de la UCR?
–Nuestro elector nos dio una tarea y la cumplimos. Porque acompañamos el cambio y pusimos límites. Y creo que el tiempo puso todo en su lugar. La reunión del jueves con el Presidente, después de un año turbulento para toda la política y particularmente para mí y mi bloque, terminó de ordenar las cosas. Porque dependiendo de la semana que vos cortaras, yo fui un héroe o un villano. Y creo que la invitación institucional del presidente a nuestro bloque para agradecernos, aun en las diferencias que entiendo y es natural que tengan, cierra un balance del año que a mí personalmente me deja tranquilo.
–¿Cómo es convivir con un presidente que ataca al sistema, pero que necesita de parte de ese sistema para poder avanzar con su plan de gobierno?
–La forma o la diatriba presidencial nunca fue el envoltorio condicionante del contenido. Ante esa pregunta suelo contestar con otra pregunta. Si nosotros acompañamos cosas porque creíamos que estaban bien y no debiéramos de haberlas acompañado porque nos trataban mal. ¿Si te tratan bien, acompañas cosas en las que no estás de acuerdo? Me parece una discusión mediocre que nosotros dejamos de lado.
–Perdió una parte del bloque en el camino, pero a su vez parece que encontraron un lugar de mayor nitidez en el Congreso. ¿Lo ve así?
–Sí, probable. Una minoría del bloque tiene una postura que a mi juicio es cerrada y no corresponde con la responsabilidad de representación de nuestro electorado y que incluso estuvo dispuesta a articular estrategias parlamentarias con el kirchnerismo, cuestión que para nosotros es un límite. Y nosotros entendíamos que en términos democráticos las herramientas para los objetivos económicos el gobierno las tenía que tener, sin que por eso no dejemos de poner el límite como se nos pusimos en temas los más emblemáticos, universidades y jubilaciones.
–¿Tiene diálogo con el presidente del partido, con Lousteau?
–No. Hace mucho tiempo que no conversamos.
–Macri le contestó a Mile que está de acuerdo con sellar una alianza electoral, aunque puso condiciones para hacerlo. ¿Qué opina de esa relación política?
–No tengo una opinión. Sí creo que el gobierno no corresponde a la generosidad con la que el expresidente Macri contribuyó durante todo este tiempo al Gobierno nacional.
–¿Por qué el radicalismo rechazó todos los pliegos propuestos por el gobernador Llaryora en la Justicia?
–Porque Valentini no está a la altura académica, jurídica ni profesional de un miembro del TSJ. Porque pasa a agravar la influencia política del TSJ, que ya se nutre de tres exfuncionarios del Partido Justicialista y se asemeja más al TPJ que al TSJ.