No fue el cierre del año soñado para el Córdoba Futsal, que en su despedida del 2024 ante el Viña Albali Valdepeñas en Vista Alegre (3-3) protagonizó un encuentro repleto de matices, goles, luces y, sobre todo, sombras. Ese fue el resumen al menos del último tramo, en el que el premio de los tres puntos para los de Emanuel Santoro se escapó a ritmo de desconexiones, tantos manchegos, ilusión fugaz e incluso una última jugada del partido en la que la euforia se transformó en drama: «Hoy el sabor es amargo. Regalamos dos puntos. Hicimos un trabajo prácticamente impecable, de 35 minutos en el cuatro contra cuatro», analizó el entrenador blanquiverde.
Objetivo: Copa de España
Dominó, jugó realmente bien y mereció mejor suerte un cuadro califal al que sus propios errores volvieron a condenar. Cerca del sobresaliente, aunque con escaso acierto, culminó el primer acto, si bien el segundo echó el resto: intercambio de zarpazos, pérdida de control total y dos goles encajados en el último minuto. «En el portero-jugador no estuvimos bien. Nos negamos a jugar en esos últimos minutos. La tristeza o la frustración es doble. Quedando cuatro segundos es decepcionante no haberse llevado la victoria, creo que hicimos muchas cosas bien para ganar», confesó.
«No queda otra que hacer autocrítica. Seguimos a tres puntos de la octava plaza, que es donde aspiramos a estar. Hoy con bronca, pero trataremos que mañana esto sea una enseñanza», apostilló ambicioso.