CÓRDOBA.- Ante las versiones de que el grupo santafesino La Ramada había comprado el 50% de la cordobesa La Lácteo, Raúl Filippi, dueño de la compañía de Córdoba, dijo a LA NACION que es una “alianza estratégica” para “complementar el mix de productos” y ganar “eficiencia” en la comercialización. “Somos dos familias amigas de muchos años y en una segunda etapa podrá haber alguna asociación patrimonial”, sintetizó.
La Lácteo está en concurso de acreedores desde 2018 y, desde comienzos del año pasado, en problemas con sus trabajadores. En enero frenaron las tareas por falta de pago; la conducción planteó que por la “caída de la demanda y los problemas para importar insumos” atravesaba dificultades. Desde entonces, solo hay tropezones. Según fuentes relacionadas a los empleados, en la actualidad hay 70 cumpliendo tareas, 20 con “dispensa” de la Secretaría de Trabajo y 30 fueron despedidos formalmente.
Filippi compartió un texto que señala que con el inicio del 2025 comenzó “a operar una alianza estratégica entre dos reconocidas industrias lácteas del país. Lácteos La Ramada SA y La Lácteo SA han unido sus fuerzas para, en una primera etapa, complementar sus potafolios de productos y comercializarlos en conjunto de modo que lleguen de la manera más integral y eficiente a la mesa de los argentinos”.
Añade que La Ramada es “una de las mayores fabricantes de leche en polvo de Argentina, producto que con su marca Regina destina tanto al mercado interno como a la exportación”. Forma parte de un grupo empresario santafesino que, entre otras actividades, cuenta una empresa agropecuaria que en sus propios tambos produce la leche que abastece gran parte de las necesidades de las industrias aliadas, “garantizándoles un nivel de actividad permanente mediante esa integración vertical”. Según la página web de La Ramada, ubicada en Franck, tiene una planta con una capacidad de procesamiento diario de 500.000 litros.
El comunicado caracteriza a La Lácteo como una “tradicional empresa cordobesa” que en sus plantas industriales elabora una “amplia variedad de productos como leches fluidas ultrapasteurizadas y larga vida, cremas, yogures, postres, quesos y bebidas a base de semillas bajo sus reconocidas marcas La Lácteo, Diáfana y Pitey”.
El comunicado deja abierta la posibilidad de que, “en una segunda etapa”, se avance “con una asociación patrimonial para así constituirse en una de las mayores industrias lácteas de capital 100% nacional”. No hay detalles ni de tiempos ni de montos.
La cordobesa ha pasado por varias manos. En 2012 primero fue la canadiense Agropur la que vendió su participación y después, en 2013, Adecoagro. Ya entonces la santafesina La Ramada había aparecido como potencial interesada. Finalmente se la quedaron Lucio Bonaldi, titular de Templac, y Raúl Filippi, exgerente de La Lácteo y de SanCor.
Conforme a los criterios de