lunes, 6 enero, 2025
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El clima se corta con una Gillett: AFA versus Estudiantes

El 2024 cerró con escaladas bélicas en diversos escenarios del mundo por lo que el 2025 amaneció con esos conflictos sin resolver y algunos otros por armarse. Tal vez, para no ser menos, el fútbol argentino se trepó a esa tendencia belicista global e inauguró el nuevo año con un virulento intercambio de artillería entre la AFA y Estudiantes de la Plata en torno a la disputa ideológico-económica desatada desde hace tiempo entre los dirigentes que defienden el actual modelo histórico de los clubes argentinos y los que impulsan convertirlos en sociedades anónimas, con jeques y otros millonarios del mundo como dueños, agravada por el desembarco en El Pincha del millonario Foster Gillett.

“La grieta que ya se muestra en el fútbol argentino se parece a la que divide a las poblaciones de muchos países de Europa del este, entre europeístas pro Otan y prorrusos “, señala el politólogo experto en grietas Carlos Fisura, quien llama a la reflexión sobre este tipo de hendiduras en las sociedades que pueden profundizarse hasta tornarse incontrolables, como ocurrió en el conflicto de Ucrania.

“Es fundamental resolver este tema antes de que se salga de cauce y clubes empiecen a comprar armamento en lugar de refuerzos para los equipos”, advirtió Fisura, una observación que si bien algunos dirigentes consideraron excesiva y otros, en cambio, la tomaron con pinzas, ya que evaluaron el temido poder de fuego de las barras bravas como base de una carrera armamentista entre clubes pro masa societaria y clubes pro-SAD (Sociedades Anónimas Deportivas).

“Es casi de ciencia ficción que un club pueda comprar blindados, cañones de 155mm o bombas termobáricas para neutralizar a otro que piensa distinto, aunque en algunos puestos de La Salada seguramente se pueden conseguir estos pertrechos y en la Argentina puede pasar cualquier cosa”, reflexionó un dirigente que intenta poner paños fríos a la disputa. “El tema es cómo se le explica al hincha que, en lugar de contratar un delantero de área, la comisión directiva decidió adquirir un Sherman de la Segunda Guerra Mundial en buen estado para cañonear la sede social de una entidad con la que tiene diferencias ideológicas”, razonó.

Lo cierto es que el último cruce entre el tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, y el presidente de Estudiantes, Juan Verón, se originó porque desde la casa madre del fútbol argentino se consideró inadmisible el desembarco del magnate norteamericano Gillett en Estudiantes, con un desembolso de 120 millones de dólares, inyección que ya permitió la contratación del exboquense Cristian Medina y promete obras en el estadio entre otras inversiones. Para la AFA, los dólares obtenidos por Verón de Gillett constituyen una deuda “monstruosa” y son comparables al empréstito de Rivadavia con la banca inglesa Baring Brothers de 1824, destinado supuestamente a la construcción de un puerto y la red de agua para Buenos Aires, y que constituyó la primera deuda externa del país.

Rivadavia, que pasó a la historia fundamentalmente por ser el primer endeudador, inició entonces la entrañable tradición nacional de vivir endeudados y, como ocurrió con los sucesivos endeudadores del país, este gobernante porteño no sólo no sólo no pagó la deuda sino que murió 59 años antes de que el país cancelara la última obligación en 1904.

Sin embargo, con Estudiantes no pasaría lo mismo ya que el proyecto mixto de Verón establece que los 120 millones de dólares colocados en el club por el millonario norteamericano estarían calzados en una serie de negocios que el propio Gillett pasaría a controlar. Uno de ellos, quizá el más redituable, sería la administración del bufé del estadio, lo que le permitiría tener el monopolio de la venta en dólares de panchos, hamburguesas, empanadas y gaseosas durante los partidos, además se le permitiría montar 200 carritos de choripán alrededor de la cancha con capacidad para producir 34 mil choripanes por hora, con o sin chimi.

Otro negocio en el que estaría calzada la inversión es el del estacionamiento también dolarizado, cuyos valores rondarían los 100 dólares por auto y 150 dólares por camioneta, dinero que sería recaudado con amabilidad por barras-trapito, con carné habilitante (no se recibirían dólares cabeza chica o jibarizados, como se le conoce en el ambiente).

También quedaría para Gillett la venta de merchandising pincha en las afueras del estadio. Siempre con dólares en la mano, se podrían adquirir: camisetas muy parecidas a las originales, toallones playeros triangulares con la forma del viejo banderín con la “E” en su interior, gorritos (pilusos, arlequines, sombreros seleccionadores, boinas, etc.), banderas, banderines, escarapelas rojiblancas, caretas de jugadores emblemáticos, paraguas, enanos de jardín partidarios símil yeso, entre otros objetos de colección. “Con estos negocios, en cinco años, recupera la guita”, aseguró un allegado al club.

Mientras tanto, desde la AFA amenazan con sanciones como la de mandar a Estudiantes a competir en torneos de países vecinos o reinstalar en la jurisdicción afista el Tribunal de la Inquisición abolido en su momento por la Asamblea del Año XIII. Esta temida institución permitía el juzgamiento y condena a la hoguera de las brujas del virreinato y todo indica que su puesta en vigencia sería un mecanismo más de presión sobre Verón, quien es apodado La Brujita. Clima demasiado caldeado para el comienzo de año futbolístico argentino.

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