Desde que inició el gobierno del presidente Javier Milei, el mandatario bonaerense, Axel Kicillof, le recrimina al libertario por la falta de fondos. Las transferencias discrecionales canceladas, la prohibición al cobro de tasas municipales dentro de los servicios públicos y el recorte presupuestario, son algunos de los puntos que, según el gobernador de provincia de Buenos Aires, debilitaron la caja.
De acuerdo al ministro de Infraestructura bonaerense y ex ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, los recortes que Milei hizo contra la provincia dieron como resultado miles de obras públicas paralizadas e inconclusas. Hospitales, veredas, escuelas, pavimentado y plazoletas, todos los puntos de necesidad y públicos se vieron afectados.
Ante ello, la respuesta de Nación fue contundente: prioricen los recursos a aquellas áreas que más lo necesitan, como Seguridad, Educación y Salud. Una respuesta similar a la que les dieron a varias provincias que solicitaron transferencias durante este primer año de gestión de Milei.
Kicillof junto al exministro de Economía, Massa, y el ministro de Infraestructura, Katopodis
Pero, la gestión bonaerense no canceló ninguno de sus programas de verano, las colonias «libres y gratuitas» para los hijos de los empleados públicos, ni tampoco redujo los fondos que a otros eventos culturales destina. Generando así gastos de casi $365.000.000,00 en «cartelería, ornamentación y merchandising para los Juegos Bonaerenses», por ejemplificar con una licitación reciente.
De la misma forma, la administración del gobernador Kicilof avanzó con 3 licitaciones durante el año 2024 para embellecer oficinas, cambiar alfombras, luminarias y otros arreglos estéticos. Lo que generó un gasto total de $187.123.991,00.
El 12 de abril, la Secretaría General avanzó con una licitación para pedir el servicio de «mantenimiento y puesta en valor de áreas de oficina privada en la Casa de Gobierno». Lo que incluía el pulido e hidrolaqueado de pisos: «El objetivo principal de la intención es obtener superficies uniformes y seguras para el tránsito, así como también respetuosas de la identidad, estética y calidad de los espacios del Palacio de Gobierno», detalla la licitación en el apartado de especificaciones técnicas.
Los arreglos solicitados
La iluminación y pintura también fueron actualizadas. Sobre los artefactos eléctricos, la compra detalla que se instalaron «4 luces tipo aplique plafón, cuadraros de acero y aros de aluminio». Cortinas, alfombras y maderas también fueron reemplazadas e instaladas.
En ese proceso para embellecer la oficina principal se gastó una suma de $49.800.000,00, que fue entregada a la empresa ASYMI S.R.L. En agosto del mismo año, el Ejecutivo bonaerense volvió a abrir una licitación para continuar con los arreglos de la Casa de Gobierno ubicada en La Plata. Allí, se solicitó el «servicio de puesta en valor del Auditorio de la planta baja de la Casa de Gobierno» que incluyó el recambio de vidrios rotos; extracción pisos de porcelanato; solución a cuestiones de humedad; y, claramente, el personal que llevará a cabo tales trabajo.
En esta oportunidad, la empresa que mejor ofertó fue la de Acosta Fernando Ariel, por una suma de $49.900.000,00. A finales del año anterior, las peticiones aumentarían, así como también los gastos que estas demandan: en noviembre solicitaron el revestimiento de tapizados y cortinas, la renovación de luminarias que habían sido actualizadas meses antes y otros arreglos estéticos para el 1er piso de la Casa de Gobierno.
En esta última licitación del año adjudicada a satisfacer estas necesidades del mandatario bonaerense, se gastó una suma de $87.423.991,20 que fue transferida a la empresa ASYMI S.R.L., quien ya había sido beneficiada anteriormente.
Estos gastos millonarios en mejoras estéticas contrastan fuertemente con las necesidades urgentes que enfrenta la provincia de Buenos Aires en áreas como salud, seguridad y educación. Y, claramente, tampoco van en línea con el discurso de escasez de recursos que sostiene el gobernador Kicillof frente al ajuste implementado por Nación pierde credibilidad ante estos gastos, y deja en evidencia un orden de prioridades cuestionable.