El presidente rompió el silencio luego de la reacción en las calles que generó su discurso en Davos.
Desconocer la realidad
Sus palabras en el Foro Económico Mundial causaron revuelo en todo el país y en varias partes del mundo. A diferencia del discurso de 2024, centrado en lo económico (también con mentiras y tergiversaciones), este se centró en la “batalla cultural” contra el wokismo.
La estrategia del gobierno, por medio de sus lacayos durante la semana y la que continuó durante la entrevista, fue negar haber dicho tales declaraciones y sostener que la convocatoria de la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista fue a través de un video editado: “Me da pena que sigan engañando a la gente. Fíjate que es muy parecido a lo que pasó con la marcha universitaria. Inventaron una mentira, en este caso editaron parte de mi discurso en Davos.”
Los responsables de la propagación de aquel video “editado”, según Milei, fueron los medios, que, desde su óptica, son “odiadores del gobierno”. Sí, responsabiliza a los mismos medios que se abroquelan para defender su ajuste.
“Dicen que vos dijiste y, a partir de eso, te critican”, lanza el presidente, mientras repite con variaciones la misma frase que soltó en Davos: “En sus expresiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos”.
Woke
El enemigo que elige Milei para enfrentar retóricamente es el wokismo, explicado como lo que surge “frente a esa caída (del muro). Aparece lo que es el postmarxismo, lo podés llamar marxismo cultural. Básicamente lo que hace es tratar de restablecer la lucha de clases, pero en otros aspectos de la vida de la sociedad”.
Bajo este sistema, “siempre tenés la lógica donde hay un oprimido y un opresor”, donde hay “hombres contra mujeres”, “pueblos originarios contra europeos”, o si juzgas al ambientalismo te tratan de “terraplanista”.
El mecanismo que se implementa si uno niega esta opresión, según el presidente, es la aparición de etiquetas que derivan en la censura y posteriormente en la cancelación. “Cuando vos decís lo que no les gusta, ¿qué te dicen? Discurso de odio”, escupe el mandatario.
En la dimensión que presume Milei, siempre aparece el Estado como garante de privilegios: “Te inventa un derecho, o sea, crea esta disputa entre el oprimido y el opresor. Entonces vienen a liberarte, o sea, pasamos de las ideas de la libertad a las ideas de la liberación. Eso se resuelve con el Estado, se resuelve dando privilegios”.
Según Milei, el wokismo busca una “democracia ilimitada” donde funciona una “dictadura de las mayorías”. Lo que hace el presidente no es desmentir el “wokismo”, sino negar las opresiones existentes y las conquistas de aquellas comunidades para hacer una sociedad más justa.
Se encubre en un modelo de mérito ignorando las desigualdades estructurales, donde existen privilegiados y desfavorecidos, en un sistema que oprime y explota para reproducirse. En el fondo, en su defensa al individuo ante la comunidad, disfraza la defensa de la minoría burguesa acaudalada ante el resto de la sociedad.
Reaccionario al palo
Ante cada declaración, el presidente abandona más la supuesta máxima liberal del “respeto irrestricto al proyecto de vida del otro” y embandera la reacción, principalmente contra el feminismo y las disidencias, usando su herramienta más preciada: las fake news.
Así es como el presidente repitió su polémica frase, supuestamente editada, donde emparenta al colectivo LGBT+ con la pedofilia: “La ideología de género, llevada al extremo, conduce al abuso. O sea, son pedófilos”.
“Eso de separar el género de la biología no es gratis”, vociferó el presidente, para luego disparar munición gruesa de mentiras y tergiversaciones, como:
- “Vos tenés un hombre que se autopercibe mujer y va y se sube a un ring de boxeo y revienta a trompadas a las mujeres”, en relación a la pelea de boxeo femenino en los últimos Juegos Olímpicos, donde acusó con fake news a Imane Khelif, boxeadora argelina. Cabe aclarar que Imane Khelif no es una mujer trans ni un hombre, sino que sufre de una condición llamada “hiperandrogenismo”.
- Sostuvo que, en la Provincia de Buenos Aires, existen 240 centros de hormonización, donde le practican “amputación de penes a niños”. En realidad, existen 142 consultorios especializados en centros de salud establecidos por la Ley de Identidad de Género para atender las necesidades de una comunidad con una expectativa de vida de 35 años. No se practican cirugías de cambio de género en menores.
- Por otro lado, ridiculiza la transición de género como si fuera lo mismo que verse como una foca: “Te querés autopercibir foca y querés convertirte en una foca, yo no tengo problema”.
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Además, el presidente denuncia la “discriminación positiva” que generan los cupos, ya que eliminan el mérito. En sus palabras, “el cupo trans está mal” y deriva de una sociedad absolutista. Para Milei, todo está garantizado con la “igualdad ante la ley”, pero en los hechos, aun con lo establecido en la ley, las brechas sociales siguen siendo un condicionamiento que segrega a sectores importantes de nuestra sociedad.
Aprovecha la mala gestión del progresismo en el gobierno para polarizar: “¿Para qué sirvió el Ministerio de la Mujer, si Alberto Fernández cagaba a trompadas a la mujer?”, declara Milei, mientras sostiene que la solución es la mano dura y que su gestión logró de esa manera bajar “el 50% de los delitos”.
Fuimos y somos críticos de la gestión del gobierno anterior y toda la hipocresía que cargaban sus medidas, con un ministerio desfinanciado y sin un plan integral de medidas para combatir la violencia hacia las mujeres. No obstante, la negación de la misma no la hace desaparecer. Para aportar un dato, el Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven indica que durante el 1 de enero y el 30 de diciembre de 2024, primer año de la gestión de Milei, hubo 267 femicidios en nuestro país, 1 cada 33 horas.
Casetera contra la izquierda
Digno de cualquier youtuber o tuitero liberal, el presidente juntó todas las frases armadas contra la izquierda; solo le faltó explicar los sistemas económicos basados en una granja con dos vacas.
Para Milei, la izquierda no podía ser parte de la marea del orgullo que se movilizó el sábado, porque “los comunistas y los socialistas asesinaban homosexuales”. La caricaturización que hizo del estalinismo puede confundir, pero ya lo del presidente es una fábrica de fake news, sin reparo histórico.
Continúa: “Nazi, nacional socialismo, se tienen que hacer cargo, muchachos, eran de los de ustedes, eran de los zurditos. De hecho, el propio fascismo era socialismo”, sostiene el presidente orgulloso de su ignorancia.
Para contrastar, en 1933, Adolf Hitler daba un discurso en el parlamento alemán donde dejaba claro su posición al respecto: “La suprema misión del gobierno nacional será extirpar por completo al comunismo y eliminar de nuestro país este fenómeno, no solo en interés de Alemania sino en interés del resto de Europa”, frase que tiene mucho más relación con lo dicho por el portavoz de gobierno, Manuel Adorni, sobre “eliminar cualquier vestigio de las ideologías de izquierda”, que con cualquier comparación forzada que los liberales quieran hacer con la izquierda.
Sin ir más lejos, recientemente defendió a Elon Musk después de que hiciera un saludo nazi, de hecho, volvió a mencionarlo en la entrevista: “Elon Musk, para mí es un héroe, salvó Occidente”.
Remata responsabilizando a la izquierda por el asesinato de “150 millones de seres humanos”, dato sacado de la fuente de los deseos que repiten sin ninguna vergüenza desde Agustín Laje hasta el último de los liberales.
Un acierto
Entre tantas fake news, el presidente soltó una apreciación bastante correcta, afirmando que la movilización “terminó siendo una marcha política, donde se juntaron los antimilei”.
Sí, la movilización, aparte de ser federal, en apoyo a las mujeres y disidencias, con dimensiones antifascistas y antirracistas, también fue profundamente política y apoyada por múltiples sectores en lucha que reclaman contra el gobierno.
Fue una demostración de las fuerzas que existen en las calles para derrotar a Milei y su plan motosierra. Que, además, adelanta la posibilidad de que el próximo 8M y 24M sean de grandes magnitudes.