miércoles, 12 febrero, 2025
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Ni Incas, ni Mayas: cuál es la civilización más antigua de América que existió hace más de 2000 años

A lo largo de la historia de América, siempre se concibió que las civilizaciones precolombinas más importantes y de alto impacto en el continente fueron las Mayas, Aztecas, Incas y Olmecas, en particular por sus desarrollos e infraestructura. Sin embargo, esta semana en Perú, la comunidad arqueológica celebró el 25 aniversario del descubrimiento de la cultura más antigua de la región.

Se trata de Caral, una comunidad que se ubicó en la ciudad actual que lleva su nombre. La misma está en el Valle de Supe, en la costa del norte y centro del país sudamericano. Este yacimiento tiene una dimensión de 66 hectáreas y es considerado el más grande de América.

El valle donde se asentaron los carales se convirtió en desierto, por eso mismo desaparecieron(Fuente: Gobierno de Perú)

Los registros históricos coincidieron en que es la civilización más antigua de todas y su origen se remontaría a hace 5000 años. De acuerdo a las investigaciones, se conoció que las personas que allí vivieron desarrollaron técnicas de cultivo y pesca que les permitió superar las condiciones extremas de esa región particular.

La ciudad se construyó frente a la costa del Pacífico, por lo que tenían acceso a recursos marinos sin iguales, gracias al abundante alimento, el número de su población creció y se consolidó como la primera tribu peruana más grande e importante antes que los Incas.

Antes de la creación de Caral, las comunidades estaban esparcidas en pequeñas aldeas que intercambiaban entre sí los productos que fabricaban o cosechaban. Una vez que esa ciudad se erigió, comenzaron a aparecer los primeros centros urbanos, entre el 2550 y el 2400 a.C.

Así era la civilización más antigua de América

Gracias al progreso que forjaron, su expansión territorial se extendió hasta el norte de Perú, según los vestigios de Ventarrón. Después de Caral, la capital de esa tribu, nacieron otros centros urbanos que respondían al poder central de la urbe.

En diálogo con National Geographic, la doctora Ruth Shady, directora de la zona arqueológica de Caral, explicó en detalle algunos de los avances tecnológicos de esa comunidad.

Según la experta, la sociedad Caral desarrolló un amplio conocimiento científico en diferentes materias, como la construcción, la recolección de alimento y la invención de herramientas y armas, entre otras cosas. Este tipo de objetos luego se intercambiaban entre las diferentes comunidades para obtener aquello que les hacía falta, como un trueque.

Ruth contó que la tribu Caral era muy amable con el resto de las civilizaciones más pequeñas y alejadas de su centro de poder, ya que compartían su conocimiento con el resto, a la vez que ellos también aprendían y adquirían cosas nuevas.

Cuando los arqueólogos desenterraron los restos de la capital, se encontraron con fragmentos de sodalita, un mineral que proviene de Bolivia; desechos del molusco Spondylus, muy característico de las aguas tropicales del Ecuador, y hasta implementaron un ritual funerario típico del norte de Chile.

La civilización Caral surgió en el centro y norte de Perú hace 5000 años(Fuente: Zona Arqueológica de Caral)

Entre los hitos arquitectónicos, se destacaron seis pirámides que se levantaron sobre una meseta, para protegerlas de los desastres naturales y los invasores. La experta definió su trabajo como “monumental”.

La disposición de los edificios fue muy diferente a la que más tarde establecieron, los Incas, una civilización más grande y poderosa que ellos. “Tenían plazas circulares hundidas, hornacinas, puertas de doble jamba, tecnología resistente a terremotos y plataformas escalonadas”, indicó Ruth.

En cuanto a las pirámides, cada una de ellas tiene escaleras centrales que se orientaron según determinadas estrellas. Cada monumento tenía un fuego central y conductos subterráneos que canalizaban la energía del viento.

Acerca del fin de la comunidad Caral, la experta adelantó que en la actualidad hay 12 arqueólogos en el yacimiento con el objetivo de “conocer el sistema social de la civilización Caral y los cambios que se fueron dando a lo largo de los mil años, de gran prestigio y desarrollo alcanzado, hasta que entró en crisis y colapsó por un intenso cambio climático, que transformó el valle productivo de Supe en tierras arenosas con dunas, afectado por una prolongada sequía”.

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