Nuevo peldaño en la escalada del choque entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid. El Gobierno regional denuncia que el Ministerio de Defensa ha impedido que Isabel Díaz Ayuso presida la jura de bandera de civiles que tendrá lugar el próximo sábado en Alcobendas. Según fuentes del Ejecutivo autonómico, el ministerio trasladó a la alcaldesa de la localidad, Rocío García Alcántara, que cancelaría el acto si la presidenta regional iba. El evento, organizado por la Brigada XII del Ejército de Tierra, pretende reflejar «el compromiso de las Fuerzas Armadas con la sociedad y el interés de los ciudadanos en reafirmar su vínculo con España», se mantiene desde el consistorio. Es la cuarta vez que se celebra un acto así en el municipio.
Hace siete años, Isabel Díaz Ayuso juró bandera allí y la alcaldesa decidió invitarla. El ministerio comunicó entonces que «si acude Ayuso el acto se cancela», según mantienen fuentes del Gobierno regional. García Alcántara mantuvo, no obstante, la invitación, pero, siempre según el relato de Sol, se insistió en que si acudía, la alcaldesa no presidiría el acto. «En ningún caso Ayuso presidirá el acto», afirman que se dijo.
Desde Defensa se señala que las juras de bandera las preside una autoridad militar junto con la autoridad del municipio que solicita el acto. En este caso, un general y la alcaldesa. Las invitaciones, apuntan desde el departamento de Margarita Robles, en cualquier caso las envía la alcaldesa porque es el municipio el que impulsa el acto. En su momento, desde Defensa se les comunicó que quien preside es el general y la autoridad correspondiente en la localidad, la alcaldesa.
Ayuso irá, en cualquier caso, y estará entre el público. En el Gobierno regional lamentan que no se tenga con ella la deferencia de que, en tanto máxima autoridad civil regional, acompañe al general de brigada como máxima autoridad militar, algo que, resaltan, sí ha ocurrido en ceremonias similares en Zaragoza o Sevilla, donde acompañaron a la autoridad castrense tanto el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, como el entonces alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz.
No concluye ahí el choque. El Ejecutivo regional no invitará a ningún miembro del de la nación a los actos por el Dos de Mayo, día de la fiesta autonómica. La decisión es definitiva, afirman desde el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Desde el gabinete regional se entiende que el Gobierno ha roto «toda relación institucional» con la Comunidad de Madrid. El enfrentamiento por esta cuestión, uno más entre las dos administraciones, comenzó de hecho hace un par de semanas, cuando la presidenta regional avanzó que Defensa había vetado la participación del ejército en el desfile que tradicionalmente se celebra ante la Puerta del Sol.
«Siempre están maniobrando contra Madrid. La última, que ha sido algo ya inconcebible, es prohibir la parada militar en el Dos de Mayo de este año. Nos han comunicado que nos lo van a prohibir», señaló el pasado viernes 14 de marzo Ayuso en una entrevista radiofónica. El asunto fue visto en Sol como una afrenta «dolorosísima» no ya hacia el Gobierno regional sino hacia el pueblo de Madrid, que según señaló la presidenta ese mismo día, «adora» tanto a las Fuerzas Armadas como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Días después Ayuso pidió por carta a la ministra Margarita Robles que reconsiderara la decisión, que calificaba en la misiva de «golpe sin precedentes». Desde el Ejecutivo regional se argumenta que la participación del Ejército en ese acto se venía produciendo desde los tiempos del primer presidente autonómico, Joaquín Leguina. Ayuso incluso se ha referido en los últimos días a imágenes de 1936 en las que se veía al ejército en la conmemoración del Dos de Mayo durante el gobierno del Frente Popular en la II República.
En declaraciones a los medios de comunicación, Robles justificó la ausencia del ejército este año en que se trata de un acto «cívico». «Entendemos que es un acto cívico y es bueno que sea un acto cívico», afirmó hace poco más de una semana. «Este año se verá [al ejército] en lo que tiene que ser estrictamente militar», dijo en referencia a la ofrenda que se hace a los caídos el Dos de Mayo en el Cementerio de la Florida. «Los actos cívicos son actos cívicos», añadió antes de deslizar que «pasar revista con un pasodoble en un acto militar quizá no sea lo mejor». Una frase con la que ironizó el portavoz del Gobierno regional, Miguel Ángel García Martín, antes de subrayar que es el propio ejército el que elige la música en la parada.
En realidad, el acto viene arrastrando polémica desde hace un par de años, cuando la Comunidad de Madrid impidió al ministro Félix Bolaños subir a la tribuna desde la que se preside el desfile. Sí acompañaron a Ayuso en aquella ocasión la ministra de Defensa y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. El año pasado, por su parte, fue el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, quien representó al Gobierno en el Dos de Mayo madrileño.
El conflicto se entremezcla con otro de los frentes abiertos entre ambos Gobiernos a cuenta de la declaración de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, como Lugar de Memoria. El Ejecutivo ha incoado el expediente porque en el edificio se practicaron torturas cuando alojó la Dirección General de Seguridad durante el franquismo. El Gobierno regional defiende que el inmueble está completamente resignificado y que, al ser de titularidad autonómica, solo a la Comunidad compete decidir sobre la colocación de placas u otros elementos distintivos. Ambas administraciones han presentado recursos ante el Tribunal Constitucional, la autonómica contra la incoación del expediente y la central contra la ley regional aprobada para tratar de blindar el edificio.