Una verdadera batalla entre dos bestias que lo dejaron todo en casi tres horas de partido. Si bien en la primera manga el mayor de los hermanos escapó de las garras de su rival, salvando cinco set points para luego quedárselo en el tie-break, en los dos parciales restantes Dimitrov impuso sus años de experiencia en el circuito, manteniendo la calma sin desgastar energías al jugar los puntos de manera muy inteligente.
Esta calma e inteligencia se vio principalmente en el set decisivo, etapa en que estaría 0-3 abajo en el marcador, rescataría un match point en el 5-6 (40-AD) y conectaría algunos golpes dignos de sus mejores épocas para sacar la cabeza a flote y adueñarse de un triunfo más que trabajado, finalizando con evidentes signos de molestias físicas y calambres en el match celebrado en el Hard Rock Stadium.
La clave del éxito del ex número 3 del mundo también se visualiza en los números, totalizando 30 winners y 46 errores no forzados contra 31 y 43 del albiceleste. Si bien las estadísticas parecieran contradecir el resultado final, el nacido en Haskovo, de 33 años, se impuso en la suma total de puntos al registrar 115 versus 108 de su rival.