Los primeros días de abril llegaron con temperaturas templadas y paisajes que anuncian, sin apuro, que se vive el otoño. En Carlos Paz, los árboles comenzaron a teñirse de amarillo, regalando postales que transforman cada rincón de la ciudad en una escena de tranquilidad y belleza natural.
Las temperaturas se mantienen agradables, con máximas que rondan los 22 a 25 grados, ideales para pasear, andar en bicicleta o simplemente disfrutar de una caminata bajo los árboles vestidos de otoño. Vecinos y turistas aprovechan el clima para salir con abrigo liviano, cámara en mano, y capturar los cambios que la naturaleza ofrece en esta época del año.