El videojuego Atomfall debutó con un éxito rotundo dentro del servicio Xbox Game Pass, alcanzando los dos millones de jugadores desde su lanzamiento en marzo. El título, desarrollado por Rebellion, estudio conocido por la saga Sniper Elite, se convirtió en uno de los estrenos más comentados del año en cuanto a juegos disponibles mediante suscripción.
Este hito ha abierto un debate relevante en la industria sobre la viabilidad de los modelos de suscripción y cómo pueden beneficiar a los estudios medianos frente a las grandes editoras.
Una jugada arriesgada, pero respaldada por Microsoft
En declaraciones recientes, Jason Kingsley, CEO de Rebellion, explicó que lanzar Atomfall en Game Pass conllevaba ciertos riesgos, principalmente por la posible canibalización de ventas tradicionales. Sin embargo, destacó que el apoyo financiero de Microsoft fue decisivo.
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“Contar con ingresos asegurados alivió gran parte de nuestra presión financiera”, explicó Kingsley.
El acuerdo permitió al estudio mantener estabilidad económica durante el desarrollo y lanzamiento del juego, algo fundamental para empresas que no manejan presupuestos tan elevados como los grandes publishers.
Éxito de visibilidad y expansión de la comunidad
Ambientado en un Reino Unido alternativo post-nuclear, Atomfall logró captar la atención de millones de jugadores gracias a su llegada directa a Game Pass. La exposición inmediata permitió que se generara una comunidad activa, no solo entre los suscriptores del servicio, sino también fuera de él.
Kingsley afirmó que Game Pass funciona como una excelente herramienta de prueba para los jugadores. Si el título gusta, muchos lo recomiendan o incluso lo compran fuera de la plataforma, lo que amplía aún más su alcance.
Rebellion planea expandir la franquicia Atomfall
Ante la recepción positiva, Rebellion ya considera expandir el universo de Atomfall. Si bien no hay anuncios oficiales sobre una secuela, Kingsley reconoció que el estudio está evaluando esa posibilidad.
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Además, reveló que dos tercios de los proyectos futuros del estudio serán continuaciones de franquicias existentes, mientras que el resto apostará por nuevas propiedades intelectuales. Este equilibrio entre innovación y continuidad sería sostenible gracias al modelo Game Pass, que les permite asumir riesgos creativos sin comprometer sus finanzas.
“Game Pass nivela el campo y nos permite seguir innovando para nuestra audiencia”, resumió Kingsley.
Con estos resultados, Rebellion se posiciona como caso ejemplar de adaptación a modelos disruptivos, y Atomfall se consolida como un punto de inflexión en el camino del estudio británico.