Vaticano. La basílica de San Pedro en el Vaticano será esta semana lugar de reunión, rezos y despedidas. El cuerpo del papa Francisco, que murió este lunes 21 de abril a los 88 años, estará expuesto en la iglesia más importante del mundo, epicentro espiritual de los católicos, para que las decenas de miles de fieles que vengan a Roma puedan darle su último adiós.
Entre cuatro guardias suizas inmutables, los restos mortales del pontífice argentino descansan debajo del famoso baldaquino de Bernini, en un féretro que él mismo quiso que fuera sencillo y despojado de ornamentos. El ataúd es de madera y zinc y no está expuesto sobre un catafalco, el túmulo ceremonial en el que sí estuvieron sus predecesores.
Desde primera hora de la mañana de ayer, cuando el féretro del pontífice llegó desde la capilla de la Residencia de Santa Marta, se empezó a formar una cola de miles de personas que querían rendirle un último homenaje al papa argentino que llegó, como el mismo dijo, “desde el fin del mundo”.
En silencio, con lágrimas en los ojos y con el móvil en la mano para inmortalizar el momento, peregrinos, turistas, creyentes y no creyentes pasaban uno a uno delante del féretro abierto de Francisco tras esperar cuatro o cinco horas, primero bajo el sol de la plaza de Sen Pedro y luego en el silencio y el respeto dentro de la basílica.
No hace explicar por qué basílica de San Pedro es tan simbólica para los católicos: se levanta, según la tradición, sobre la tumba de San Pedro, uno de los doce apóstoles de Jesús y considerado el primer papa. Este dato convierte al templo en un lugar de peregrinación central para todos los fieles. De hecho, las excavaciones realizadas en el siglo XX bajo el altar mayor revelaron restos humanos en una necrópolis romana, que el Vaticano considera pertenecientes a San Pedro.
Aunque Jorge Bergoglio esté expuesto en la basílica, este no será la última parada de su viaje: dejó escrito en su testamento que quiere ser enterrado en una de las cuatro basílicas de Roma, la de Santa María la Mayor, donde siempre pasaba a rezar antes de cada viaje.
El viernes 25 de abril, a las 20:00 horas, el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, presidirá el cierre del ataúd y el sábado 26 de abril, cuando termine la misa, el féretro del pontífice se trasladará a Santa María Mayor para ser enterrado allí eternamente.