Darío Cáceres volvió a ser noticia este viernes en los medios provinciales y nacionales. Hasta hoy estaba preso en la cárcel de Cruz del Eje cumpliendo una condena de 8 años que se le dictó en 2023 por liderar una banda narco que traficaba marihuana desde Corrientes a Córdoba.
El traslado al penal de máxima seguridad de Ezeiza se concretó este viernes bajo medidas de seguridad casi nunca vistas en Córdoba. Y la decisión de las autoridades llego luego de que se viralizara un audio de Whatsapp en el que Cáceres amenaza a una persona desde el penal en el que estaba alojado.
Quién es el peligroso delincuente que trasladaron de Cruz del Eje a un penal federal
Cáceres es un viejo conocido de Villa Carlos Paz. Hasta hace unos años, La Fiel, la barra de Talleres, tenía un parador en El Diquecito y era frecuente que los miembros de la hinchada más peligrosa de Córdoba se reunieran en ese lugar antes y después de los partidos del equipo de barrio Jardín.
Un día de playa, una tragedia
En 2013, un día de río y playa, se produjo un hecho que conmocionaría a la ciudad. El 24 de noviembre de ese año, mientras una gran cantidad de personas disfrutaba un hermoso día de sol a la vera del río, se desencadenó una tragedia. Jonathan Villegas (23) pasaba la tarde con familiares en el sector de la playa cercano al parador de la barra. Algo desató una discusión y Villegas recibió un puntazo en el abdomen. Murió cuando era trasladado al hospital.
Uno de los detenidos por el hecho fue Darío Cáceres, que en ese momento era el capo de la barra albiazul y un año antes había sido condecorado por la Legislatura de Córdoba junto a sus compañeros de fechorías.
El fiscal del caso, Ricardo Mazzuchi, ordenó su libertad un tiempo después luego de que se comprobara que no estaba en Córdoba en momentos en que se produjo el hecho.
Sin embargo, fue una de las primeras oportunidades en que su nombre se hizo conocer entre los de los barras más crueles del fútbol cordobés.
En 2016, la Justicia determinó que Marcos Darío Castillo fue el autor del homicidio simple y lo sentenció a 12 años de prisión.
También habían ido a juicio como cocoautores del hecho, los hermanos Carlos y Adrián Pacheco, Sergio Álvarez y Emiliano Herrera. Todos fueron absueltos.
En tanto Yolanda López, madre de los Pacheco, recibió una pena de tres años de cárcel por el robo del celular a un policía que filmaba lo que sucedía en El Diquecito.