miércoles, 28 mayo, 2025
InicioSociedadControles y alerta constante: así trabaja la Policía Nacional en la Feria...

Controles y alerta constante: así trabaja la Policía Nacional en la Feria de Córdoba

«Esto, con dos copas de más, puede arruinarle la vida a alguien», dice el oficial Ricardo mientras sostiene una navaja recién incautada en la conocida calle del Infierno de la Feria de Córdoba. La Policía Nacional patrulla de forma constante en lo que definen como «una de las ferias más tranquilas de España», con el objetivo de localizar armas blancas, sustancias estupefacientes y, sobre todo, ejercer una importante labor de disuasión.

La furgoneta avanza lentamente por El Arenal mientras el agente examina con atención los rostros de los viandantes. En cuestión de segundos, ordena detener el vehículo: un individuo es cacheado e inspeccionado, se comprueba si tiene antecedentes y, en este caso, se procede a la incautación del arma blanca y a imponer la correspondiente sanción.

La madrugada, el momento más delicado

Pasan pocos minutos de las 19.00 y, en apenas una hora, el número de incidencias ya se ha duplicado, alcanzando la decena. «Ahora es cuando empieza el lío», confiesa Ricardo, quien recuerda que «las noches son mucho más peligrosas que las tardes» y que el lunes suele ser una de las jornadas «más tranquilas». También pone el foco en la madrugada, especialmente cuando todo el mundo intenta salir de El Arenal, ya sea en taxi o en autobús. «En ese momento colocamos un coche para controlar la zona», comenta.

La Policía inspecciona a un ciudadano en El Arenal en busca de armas blancas o drogas. / Víctor Castro

A pesar del incremento de incidencias a determinadas horas, el dispositivo policial no varía respecto a otros días de Feria. Unos treinta agentes se reparten por todo el recinto ferial y se mantienen en comunicación constante con la Policía Local y los servicios de Emergencias. Además de su labor de vigilancia, también acompañan y asisten a personas que puedan haber sufrido, por ejemplo, una indisposición.

Al final del recinto se encuentra el puesto de mando, desde el que se coordinan y reciben todas las incidencias, tanto de la Policía Nacional como de la Local. Este punto es fundamental para decidir si es necesaria una actuación conjunta. A pocos metros, bajo el puente de la A-4, un grupo de seis agentes controla la entrada y salida de personas. De nuevo, el foco está en las armas blancas y las drogas. «Lo que más los delata es la actitud y las formas; no hay un perfil claro», señala el agente David Ruiz, sin perder detalle de lo que ocurre a su alrededor.

Drogas y armas blancas, el principal peligro

En el otro extremo de la Feria, un grupo de agentes de paisano también rastrea la presencia de sustancias ilegales y armas. A escasos metros, junto a la fuente de la portada, seis policías a caballo vigilan que todo lo relacionado con los equinos y sus cuidadores esté en orden. «Una persona bebida a lomos de un caballo puede causar un problema muy grave», resume Ricardo. Además, estos agentes montados aportan una gran agilidad a la hora de intervenir en altercados y acompañan a los caballistas a las 20.00 horas, cuando deben abandonar El Arenal.

Control de acceso bajo el puente de la A-4 este lunes. / Víctor Castro

Pese a todo, el oficial insiste en que la Feria de Córdoba es «una de las más tranquilas de España» y asegura que «el número de incidencias ha disminuido en los últimos años». Por eso, destaca el buen comportamiento de los cordobeses y reivindica la labor preventiva y disuasoria de su cuerpo. «Esta, junto con la Semana Santa, es una de las fechas más delicadas. Nos preparamos todo el año para esto», asegura.

Tras cachear a una nueva persona y señalar que El Arenal tiene «recovecos» que requieren especial vigilancia, Ricardo resume con firmeza su labor: «Estamos aquí para que puedas disfrutar de la Feria».

Suscríbete para seguir leyendo

Más Noticias