El Opel amplía la gama del Grandland Electric con una versión AWD de tracción total que mejora las prestaciones de este modelo más allá del asfalto y ante firmes resbaladizos. Para ello, Opel combina el motor delantero de 213 CV (157 kW) ya presente en el Grandland eléctrico convencional con un segundo motor en el eje trasero de 112 CV (82 kW). En conjunto, el sistema entrega 325 CV (239 kW) y un par máximo de 509 Nm, lo que se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 6,1 segundos. De este modo no solo mejora la motricidad en firmes complicados, sino que también gana en agilidad en carretera.
OpelGrandlandElectricAWD / Opel
Con esta variante del SUV, Opel ya ofrece el Grandland con cuatro tecnologías electrificadas distintas: híbrido ligero, híbrido enchufable, eléctrico y ahora también eléctrico con tracción total, lo que permite al usuario elegir el coche que mejor se adapte a su estilo de vida.
Pese a las mayores prestaciones y el superior peso que supone sumar un segundo motor, la autonomía se mantiene en 501 km según el ciclo WLTP gracias a una batería NMC de 73 kWh útiles. Y cuando hay que recargar, el Grandland Electric AWD puede pasar del 20% al 80% en menos de 30 minutos con un cargador rápido.
Pese al extra de potencia y al segundo motor, el consumo medio homologado sigue bajo control: entre 17,8 y 18,0 kWh/100 km. Esto, unido a una aerodinámica muy trabajada (Cd de 0,278), confirma que la eficiencia sigue siendo uno de los pilares del modelo.
Pero más allá del rendimiento, Opel ha querido cuidar el confort de marcha. Por eso equipa de serie amortiguadores con tecnología de frecuencia selectiva, capaces de adaptar su dureza en función del tipo de bache y la frecuencia de la vibración. Este sistema, que recurre a un segundo circuito hidráulico en cada amortiguador, permite combinar suavidad en zonas adoquinadas o con tapas de alcantarilla con mayor firmeza cuando se demanda un comportamiento más directo.
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La puesta a punto del chasis —con muelles específicos, nueva dirección y ajuste de estabilizadoras— también busca ese equilibrio entre eficiencia, dinamismo y seguridad. El Grandland AWD responde con agilidad a los cambios de apoyo, mantiene la compostura al frenar fuerte y es estable incluso a velocidades altas, según promete la marca.
Cuatro modos de conducción
Para sacar el máximo partido al sistema de tracción total, Opel propone cuatro modos de conducción distintos:
Normal: utiliza solo el motor delantero, con 230 kW y 450 Nm. El trasero entra en acción si se pisa a fondo o se necesita más tracción.
4WD: activa ambos motores permanentemente, con reparto equilibrado y ajustes específicos de ESP y tracción para condiciones delicadas.
Sport: también emplea los dos motores, pero con una distribución del par 60:40 delantera/trasera. Dirección y acelerador se afinan para una conducción más directa.
Eco: limita la potencia a 157 kW y 343 Nm usando solo el eje delantero, aunque el trasero se acopla puntualmente si se exige más respuesta. Climatización y acelerador también se ajustan para consumir menos.
Estos modos ofrecen al conductor la posibilidad de priorizar el rendimiento o la eficiencia en función del terreno o las condiciones meteorológicas.
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Más personalidad
Visualmente, el Grandland Electric AWD añade detalles que refuerzan su personalidad. Estrena llantas aerodinámicas de 20 pulgadas en dos tonos, paragolpes con nuevas entradas de aire optimizadas y un diseño que enfatiza el dinamismo del conjunto.
En el frontal, el sistema Opel Vizor 3D sigue siendo protagonista, ahora acompañado por el emblema Blitz retroiluminado con tecnología Edge Light. A eso se suman los avanzados faros matriciales Intelli-Lux HD, con más de 50.000 elementos individuales, premiados por su precisión y capacidad de adaptación.
La parte trasera también se actualiza: desaparecen los cromados y el nombre del modelo queda en relieve, centrado en el portón. La inscripción ‘Opel’ también se ilumina, siguiendo la tendencia de modernizar la estética sin estridencias.