sábado, 14 junio, 2025
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Dos cachorros de 14.000 años de antigüedad arrojan luz sobre el origen del lobo y el perro

Dos cachorros que fueron recuperados en buen estado de conservación en el permafrost (suelo congelado) de Siberia resultaron ser una especie de lobo ya extinto, y no perros domésticos primitivos, como inicialmente se creía. Se trata de dos animales que vivieron hace 14.000 años y, entre otras sorpresas que han deparado a los científicos, figura el hecho de que se alimentaban de rinocerontes lanudos, una presa desproporcionadamente grande para un cánido de pequeño tamaño.

Uno de los cachorros había sido recuperado del permafrost en 2011 por buscadores de marfil de mamut en Tumat, una remota aldea en el norte de Siberia, mientras que el otro fue descubierto durante una excavación en el mismo sitio en 2015. Desde entonces, se suponía que los dos cuerpos pertenecían a perros domésticos primitivos.

Recreación de los primeros perros que acompañaron al hombre / Agencias

Sin embargo, un nuevo examen lo ha cambiado todo. Un equipo internacional de científicos dirigido por la Universidad de York (Reino Unido) ha tenido la oportunidad de estudiar los dos especímenes perfectamente conservados, revelando algunas revelaciones sorprendentes sobre sus vidas.

El análisis genético realizado demostró que los cachorros eran hermanas de una misma camada que vivieron hace unos 14.000 años. A juzgar por sus dientes, se estima que murieron cuando tenían tan solo entre siete y nueve semanas de edad.

Se creyó que eran perros primitivos

Los cachorros fueron encontrados preservados en capas de tierra congelada cerca de huesos de mamuts lanudos, algunos de los cuales parecían haber sido quemados y cortados por humanos. Esto planteó la posibilidad de que los cachorros tuvieran una estrecha conexión con los humanos, quizás como perros o lobos que aprendían a permanecer cerca de la actividad humana para alimentarse durante las etapas iniciales de su domesticación.

Sin embargo, este no parece ser el caso. Las pruebas de ADN muestran que los cachorros probablemente pertenecían a una población de lobos que finalmente se extinguió y tenían poca relación con los perros domésticos actuales.

Otra razón clave por la que se sospechó que eran perros domésticos fue su pelaje negro, una coloración distintiva causada por una mutación genética que solo se encuentra en los perros actuales. Sin embargo, parece que los cachorros de Tumat fueron una excepción.

Cabeza de uno de los cachorros desenterrados en el permafrost / Universidad de York

“Aunque muchos se sentirán decepcionados al descubrir que estos animales son casi con certeza lobos y no perros domesticados primitivos, nos han ayudado a comprender mejor el entorno de la época, cómo vivían estos animales y cuán notablemente similares son los lobos de hace más de 14.000 años con los lobos actuales”, declaró Anne Kathrine Runge, autora del estudio.

“Esto también significa que el misterio de cómo los perros evolucionaron hasta convertirse en la mascota doméstica que conocemos hoy se complica, ya que una de nuestras pistas —el color negro del pelaje— podría haber sido una pista falsa, dada su presencia en cachorros de lobo de una población no emparentada con los perros domésticos”, añadió Runge.

Atacaban a grandes animales

Una parte especialmente interesante del estudio fue el análisis del contenido estomacal de la pareja de cachorros. Además de evidencia de plantas, sus intestinos contenían tejidos de un rinoceronte lanudo, una especie extinta con cuernos que habitó el norte de Eurasia durante la Edad de Hielo.

Árbol de la historia del perro / Agencias

“La caza de un animal tan grande como un rinoceronte lanudo, incluso de una cría, sugiere que estos lobos eran quizás más grandes que los lobos que conocemos hoy, pero aún así son consistentes en muchos sentidos, ya que los lobos aún tienden a cazar presas fáciles mientras algunos miembros de la manada se dedican a la crianza de cachorros”, afirmó Nathan Wales, autor del estudio del Departamento de Arqueología de la Universidad de York.

Durante todo este tiempo se creyó que los cachorros de Tumat pudieran ser los restos largamente buscados de un perro domesticado primitivo, un posible eslabón perdido que podría arrojar luz sobre los orígenes de nuestro vínculo con el «mejor amigo del hombre». Desafortunadamente, ese no es el caso. Sin embargo, estos caninos congelados tienen su propia historia que contar, ofreciendo fascinantes perspectivas sobre la vida de las antiguas poblaciones de lobos que vagaban por la tundra de la Edad de Hielo.

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