sábado, 14 junio, 2025
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El juez en el pantano

Caminar por tierras pantanosas es complicado. Más aún cuando las plantas esconden aguas profundas, las raíces se enredan en los pies y las rocas obligan a trepar sobre ellas. Eso por no hablar de las culebras viperinas. Son inofensivas, pero su apariencia no contribuye a la tranquilidad.

¿Y a qué viene tanta palabrería, cuando pretendo abordar el caso contra Álvaro García Ortiz? Supongo que busco la manera de internarme en territorio hostil sin quedar atrapada en el lodo. La posibilidad de que todo un fiscal general del Estado se siente en el banquillo de los acusados es tremenda. Estamos hablando de la máxima autoridad del Ministerio Fiscal, el cargo que vela por la legalidad, el interés público y los derechos de los ciudadanos. En pro de la democracia, debería defenderse su dimisión.

Pero, por otro lado, está ese auto del juez Ángel Hurtado plagado de irregularidades, que no aporta prueba alguna y que desprecia todo lo que no le conviene. La intención es evidente: derribar al fiscal general, implicar a la Moncloa y hacer tambalear al Gobierno. Lo más tremendo es que pretenda llevar a cabo un objetivo tan ambicioso sin una mínima solidez. ¿Tan seguro, tan protegido se siente el juez Hurtado? Sus vínculos con el PP son evidentes, siempre ha favorecido al partido en los tribunales y ascendió al Supremo gracias a los vocales elegidos por el PP.

¿Cómo se defiende mejor la democracia? ¿Dimisión o resistencia del fiscal general? Feijóo exige a Pedro Sánchez que cese al fiscal (cosa que escapa de sus competencias) y acusa al presidente de ser «un verdadero peligro para la democracia». Se trata de alimentar el relato que presenta a Sánchez como un autócrata. Ver a un fiscal general en el banquillo es tremendo, pero ceder ante una causa dictada por la voluntad política parece peor. La democracia se ha convertido en terreno pantanoso. Avanzar es difícil, más aún mantenerse impoluto. Pero basta con observar el panorama internacional para entender que toca calzarse con botas impermeables y no ceder ni un centímetro.

*Escritora

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