Cine y series
Con Brad Pitt como protagonista, “F1” recrea las carreras de Fórmula 1 prestándole más atención a la técnica que a la historia. Calificación: buena.
27 de junio de 2025, 14:19
A golpe de música tecno y rugidos de motor, Brad Pitt se erige como piloto inoxidable de la escudería de Hollywood en F1, el retorno apoteósico del mainstream cinematográfico al género de las carreras. Responsable de haber revivido la franquicia de Top Gun con la exitosa Top Gun: Maverick (2022), Joseph Kosinski troca aviones de guerra por autos de Fórmula 1 en una especulación de taquilla evidente, citando de nuevo al inimitable Tony Scott y su recordada Días de trueno (1990).
Si bien allí la categoría automovilística era la Nascar, aquí también la historia arranca con las legendarias 24 Horas de Daytona, en las que el malogrado veterano Sonny Hayes (Pitt) reincide en las pistas oficiales con resultado triunfal. Risueño y arrogante, Hayes se muestra tan sólido para el entrenamiento deportivo como tramposo en las pistas, habiendo desarrollado una experticia en los más diversos tipos de carrera luego de un retiro temprano por un accidente que coartó su ascenso juvenil.
Es durante esa estela renovada de mediana edad cuando se encuentra con su amigo y excolega Ruben (Javier Bardem), que lo invita a acoplarse a una modesta escudería que corre en el célebre circuito de Fórmula 1 dándole la oportunidad de volver a lucirse.
Un dispositivo millonario de coches tuneados, de cámaras emplazadas por doquier y de rodajes in situ en las propias rutas internacionales de la categoría alimenta la prepotencia sonora y visual de F1, que en su urgencia por llegar primero sacrifica los engranajes sutiles que exige el trayecto dramático. El centro del conflicto es la rivalidad entre Hayes y el novato Joshua Pearce (Damson Idris), que se siente súbitamente amenazado cuando el inescrupuloso piloto se suma a Apex para secundarlo.
Lejos de adaptarse a ese rol menor, Hayes se rebela ante su equipo y saca de las casillas al no menos orgulloso Pearce, a veces incluso hasta poner en riesgo las vidas de ambos. El temperamental Ruben, el astuto accionista Banning (Tobias Menzies), la perseverante madre (Sarah Niles) de Pearce y la exigente técnica Kate (Kerry Condon) circundan al tirante dúo, del que Pitt es eminente soberano en su presencia espectacular de superestrella.
A pesar del énfasis en las debilidades humanas, del amor por el proceso y de las segundas oportunidades, cuesta creerle a Ruben cuando dice “somos perdedores”. Con sus boliches a tope, hoteles de lujo y sonrisas cómplices, F1 es pura positividad, un bólido de diseño pensado solamente para ganar.
EE.UU., 2025. Guion: Joseph Kosinski y Ehren Kruger. Dirección: Joseph Kosinski. Con Brad Pitt, Kerry Condon y Javier Bardem. Duración: 155 minutos. Clasificación: apta para todo público. En cines.