Elegir qué estudiar no es solo una cuestión vocacional. En Badajoz, cada vez pesa más lo que pide el mercado. Y durante el mes de junio, lo que más buscaron las empresas fueron perfiles con Formación Profesional (FP). Según los datos recogidos en la plataforma de empleo InfoJobs hasta final de mes, se publicaron 105 ofertas dirigidas a personas con ciclos formativos, lo que representa aproximadamente el 31 % del total. Por comparación, 99 vacantes requerían estudios universitarios (un 29 %), y hasta 146 estaban dirigidas a personas únicamente con la ESO o sin estudios reglados (43 %).
Esto no significa que ya no se valore una carrera, pero cada vez es más evidente que las empresas valoran más la formación técnica en ciertos sectores, especialmente en algunos como mantenimiento, electricidad, logística, administración o informática. Lo que buscan, en muchos casos, es que la persona sepa hacer el trabajo sin necesidad de una larga formación previa.
Puestos más demandados
Algunos de los puestos más demandados para quienes han estudiado una FP incluyen técnicos de mantenimiento industrial, electricistas, administrativos con conocimientos de gestión, o personal de soporte IT. La experiencia previa, aunque sea mínima, suele marcar la diferencia. Por ejemplo, muchas ofertas piden al menos un año en el mismo sector o funciones similares.
En cuanto a los empleos que exigen una carrera universitaria, el perfil es distinto. Suelen centrarse en áreas más específicas, como la ingeniería, la sanidad, la docencia o la psicología. A menudo se solicita formación complementaria —como másteres o cursos específicos— y no siempre ofrecen una incorporación inmediata al mercado. El recorrido profesional puede ser más largo, pero también más exigente.
Los sueldos también varían, pero tampoco hay una diferencia abismal. Los sueldos publicados para titulados con ciclos formativos en las ofertas de empleo de Badajoz rondan entre 1.300 y 1.800 euros al mes, según el puesto y la experiencia. Un técnico electricista puede cobrar, de media, unos 1.400 euros, mientras que un informático de soporte puede alcanzar 1.800 euros mensuales si ya tiene un par de años de experiencia.
En cambio, los titulados universitarios acceden a salarios más altos sobre todo en perfiles tecnológicos o técnicos de alto nivel. Algunos superan los 2.500 euros mensuales, especialmente en programación, consultoría o gestión de proyectos, pero no es lo más habitual al inicio de la carrera laboral.
El peso de la experiencia
Uno de los elementos que más se repite en todas las ofertas, sea cual sea el nivel de estudios, es la experiencia. Se valora casi tanto como el título, y a veces más. Incluso en empleos que no exigen estudios superiores, como en hostelería, limpieza o comercio, la experiencia previa se convierte en un filtro.
Otro dato que llama la atención es que una parte muy significativa de las vacantes —146 de las 355 analizadas— no exigen una titulación específica. Muchos de estos puestos están en sectores como el comercio, servicios o la construcción. Aunque los salarios suelen ser más bajos y la estabilidad es menor, representan una opción para quienes buscan incorporarse pronto al mercado laboral.
Por su parte, quienes optan por la FP suelen encontrar empleo en menos tiempo. Según datos del Ministerio de Educación, más del 70 % de los titulados en ciclos superiores logran trabajo en el primer año tras finalizar sus estudios. Esto se refleja en plataformas como InfoJobs, donde los perfiles técnicos aparecen con frecuencia en sectores que tienen una demanda constante.
También hay cada vez más casos de personas que, tras haber completado una carrera universitaria, deciden estudiar un ciclo formativo para ampliar sus salidas laborales o reconducir su carrera. Una decisión que antes podía verse como ‘un paso atrás’, hoy se entiende como una estrategia práctica para encontrar trabajo.
A esto se suma que la FP está rompiendo con la antigua idea de que los ciclos medios y superiores eran una ‘opción menor’ frente a la universidad. Cada vez más jóvenes —y también adultos — optan por ciclos formativos que les permitan acceder más rápido a un empleo, sin renunciar a seguir formándose después. En muchos casos, esa formación se convierte en una vía directa hacia especializaciones muy valoradas en el mercado, como puede ser la informática.
La universidad sigue siendo clave en muchas profesiones, pero la FP ya no es una alternativa como era en el pasado. Actualmente ya se postula como una opción casi directa para acceder al mercado laboral.