Ese dato en el índice de precios al consumidor coincidió con el punto medio del objetivo del BCE, acelerándose ligeramente desde el 1,9% de mayo, y en línea con las expectativas de los analistas. Además, si se excluyen los elementos más volátiles, como alimentos y combustibles, la inflación núcleo fue de 2,3%, igualando el nivel observado el mes anterior.
La «pulseada» de la UE con Trump
Pese a ese incremento en los precios, la autoridad monetaria del viejo continente adelantó que probablemente haría una pausa en el recorte de tasas en su próxima reunión pactada para fin de mes, citando la incertidumbre vinculada a las tensiones comerciales con Estados Unidos, ya que Trump amenazó con un arancel del 30% a las importaciones de la UE durante el fin de semana.
En este sentido, esa medida está complicando la toma de decisiones del BCE, pero es poco probable que descarrile los planes de una pausa en los recortes de tasas la próxima semana, ratificaron cinco responsables de la política monetaria del BCE a Reuters.
En un reciente informe a sus clientes, los analistas de Portfolio Personal Inversores (PPI) consideraron que «aunque Trump se muestra abierto a acuerdos que reduzcan estas alícuotas, en las últimas entrevistas puso de manifiesto que no está interesado en procesos largos de negociación. Esto reaviva la incertidumbre justo cuando varios países (como la Unión Europea) buscaban cerrar acuerdos para evitar una nueva escalada«.
A eso se le suma la escalada en las presiones de Trump para desplazar al titular de Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, principalmente por su reticencia a bajar los tipos de interés ante el impacto de los aranceles en la inflación. Este jueves, el mandatario republicano aseguró que es «poco probable» que lo despida, luego de que trascendiera precisamente lo opuesto.
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Donald Trump, cuando mostró las tablas arancelarias e inició la guerra comercial.
La revalorización del euro
Desde XTB plantearon que «la reacción de los mercados financieros sugiere que los inversores interpretan principalmente el anuncio de aranceles del 30% como una táctica de negociación por parte de Trump». De manera similar, los estrategas de Morgan Stanley dirigidos por David Adams afirmaron que un avance por encima de u$s1,30 para el euro “no es un riesgo que deba subestimarse”, según Bloomberg.
De esa manera, Morgan Stanley se unió a Deutsche Bank, BNP Paribas SA y Barclays, quienes también esperan un fortalecimiento del euro. De hecho, la moneda común europea subió un 11,8% en la comparativa contra el dólar en lo que va de año.
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Desempeño del dólar contra una canasta de monedas, incluida el euro. (Fuente: PPI)
Consultado por Ámbito, el head of research de Inviu, Mateo Reschini, comentó que esperan que «el euro se mantenga fuerte, pero no por una cuestión del euro, sino por una cuestión del dólar. Y ahondaron: «Creemos que el dólar se va a mantener débil el resto del año y que probablemente eso tenga impacto en todos los activos denominados en dólares». De hecho, la divisa estadounidense viene de tener su peor semestre desde 1973, según el Financial Times.
Por su parte, Alan Mac Carthy, CEO de Front Inversiones, argumentó que la fortaleza reciente del euro se debe a que «el BCE recortó tasas antes que la Fed, lo que favoreció al euro, y el dólar perdió terreno debido a incertidumbres fiscales, políticas y geopolíticas en EEUU entre ellas la discusión de Trump con Powell, la guerra con Irán, el déficit robusto y miedo a tarifas adicionales con más socios comerciales».
De todas maneras, Carthy explicó que «el euro ha llegado a niveles que preocupan al BCE (u$s1,18 o más) porque una moneda demasiado fuerte puede obstaculizar las exportaciones europeas y llevar la inflación por debajo del objetivo». Por eso, agregó, «habrá que seguir de cerca a Christine Lagarde y compañía para ver si corrigen o dejan pasar esta tendencia».
¿El dólar hizo piso?
Por su parte, desde el Bank of America (BofA) advirtieron en un reciente informe de un posible repunte del dólar a corto plazo. «Mantenemos una visión bajista del USD a medio plazo, pero el riesgo de un repunte en verano ha aumentado», afirmó el estratega de BofA, Adarsh Sinha.
Consultado por este medio, el analista de PPI Martín Cordeviola, explicó que «el efecto combinado de la guerra comercial, la debilidad institucional por los enfrentamientos y el rumbo fiscal en Estados Unidos provocó una fuerte caída del dólar: el DXY retrocedió 9,5% en lo que va del año o 10,7% desde los picos que había alcanzado antes de que Trump asumiera la presidencia».
Sin embargo, agregó: «Hacia adelante, no veo mucho espacio para que esta dinámica se prolongue, con niveles del DXY por debajo de los mínimos de septiembre de 2024, considerando que la ‘Big Beautiful Bill’ ya fue incorporada en precios y que la guerra comercial aparentemente será menos agresiva de lo que se temía en abril (aunque sigue siendo uno de los frentes abiertos)».
De manera similar, el CEO de Insider Finance, Pablo Lazzati, estimó que «el ‘gap’ entre estas dos monedas se irá achicando a medida que nos acerquemos a fin de año, pero siempre quedando el Euro levemente por encima de la moneda americana».
El impacto de los aranceles a Europa
Estados Unidos es el principal socio comercial de bienes de la UE, ya que concentra una quinta parte de todas las exportaciones fuera del bloque. Solo el año pasado, la UE le exportó bienes por un valor de u$s615.800 millones, lo que equivale a casi el 3% del PBI total de la Unión Europea.
«El aumento de los aranceles del nivel actual del 10% al 30% provocaría un encarecimiento drástico de los productos europeos, con el consiguiente riesgo de una fuerte caída en las importaciones», explicaron desde XTB.
Sobre este punto, remarcaron que los sectores más vulnerables son los productos farmacéuticos (más del 20% de ñas exportaciones a EEUU), automóviles (alrededor del 10%), maquinaria industrial (más del 6%), maquinaria eléctrica (6%) y maquinaria especializada (5%).
Como consecuencia, la actividad económica recibiría un impacto importante. Según Bloomberg Economics, el PBI de la eurozona caería 0,6%, mientras que el Parlamento Europeo estimó una contracción de entre 0,2% y 0,8%, dependiendo de la aplicación de medidas de represalia. Por su parte, Goldman Sachs calculó que si los aranceles del 30% se mantienen durante un periodo prolongado, la actividad podría caer un 1,2% acumulado hacia finales de 2026.