Tiene Fernando Romay 65 años. Fue un icono del baloncesto español de la década de los 80 y 90 y uno de los deportistas más reconocidos del país. Después de disputar los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, alcanzó la gloria formando parte de la legendaria selección dirigida por Antonio Díaz-Miguel que conquistó la plata en los JJOO de Los Angeles en 1984. En aquella final olímpica, Romay puso un tapón a Michael Jordan que aún hoy el protagonista recuerda con orgullo. Pero ser internacional durante 174 partidos o jugar 17 temporadas con el Real Madrid no fue suficiente. Hasta que no tenga 70 años no podrá jubilarse con la pensión máxima.
El sistema español impidió que al menos un millar de deportistas no pudieran comenzar a cotizar a la Seguridad Social hasta mediados de los 90 al no tener la consideración de deportistas profesionales. «No cotizábamos porque no nos dejaban, era imposible. Para participar en los Juegos Olímpicos no podías ser considerado deportista profesional y eso implicaba que no podías cotizar a la Seguridad Social. Ojo, sí tributábamos, y no poco, pero se nos consideraba ‘amateurs compensados’. Yo no pude cotizar como deportista hasta 1993 [dos años antes de retirarse], que fue cuando el COI abrió la puerta de los Juegos a los profesionales en el baloncesto», cuenta Romay.
«No cotizábamos porque no nos dejaban, era imposible. Para participar en los Juegos Olímpicos no podías ser considerado deportista profesional y eso implicaba que no podías cotizar a la Seguridad Social»
«Si tenía que llevar a mi hijo al hospital de La Paz, al lado de mi casa en Madrid, que es público, sabía que me llegaría al tiempo una factura«, recuerda el histórico pívot gallego.
Epi, Fernando Arcega…
Romay reparó en lo que se le podía venir encima, tanto a él como a muchos de sus compañeros, en la última etapa de su carrera, en una conversación en Zaragoza con otros jugadores de la selección española de baloncesto, como Juan Antonio San Epifanio ‘Epi’ y Fernando Arcega. Romay, de hecho, no pudo darse de alta en la Seguridad Social hasta 1993, cuando ya jugaba en el OAR Ferrol.
Mientras, el Gobierno trata de buscar fórmulas para solventar la problemática de todos estos deportistas (1.004 deportistas de los 80 y los 90 han rellenado el formulario con el que se trata de identificar a los afectados), para que puedan recibir ayudas que les permitan abonar las cotizaciones pasadas, y así alcanzar una jubilación digna.
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