Algo hay que reconocerle a Boca: siempre genera material para hablar, comentar, debatir, discutir, estar de acuerdo, no, mirar, observar, alegrarse, amargarse. En fin, el club de Brandsen 805 nunca pasa inadvertido y jamás «deja a gamba» a los periodistas y a los fanáticos que buscan noticias para contar. Todos los días hay una novedad: en este caso y en medio del caos que sufre el fútbol profesional se puede considerar positiva ya que trascendieron los detalles de cómo será «La Nueva Bombonera» que en breve presentará Juan Román Riquelme.
Entre muchos otros, Boca tiene un problemón que no lo aflige hace años y no puede resolver. Su mítico estadio, famoso en todo el mundo, tiene una capacidad máxima para 55.000 espectadores que queda cada vez más chica para los millones y millones de hinchas (se calcula entre 10 y 15) que tiene el club desparramados por todo el país. Por más vueltas que le den, la cancha quedó muy pequeña y hay gente que se pasa años esperando la chance de conocerla. Muchos ni siquiera lo logran. Hay tanta gente a la espera que se debió frenar la afiliación de socios y se impuso una nueva y extraña categoría, los «adherentes», que pagan una mensualidad solo a la espera de convertirse en activos y ahí sió poder ir a ver los partidosa. Mientras sean «adherentes» no gozarán de otro derecho.
En esa situación, Boca se debate en una discusión interminable: qué hacer con La Bombonera. ¿Agrandarla? ¿Tirarla abajo? ¿Dejarla como está? ¿Dejarla tal cual pero hacer otra cancha, mucho más grande, en otro lugar? Los tradicionalistas, es decir aquellos que querían conservar el estadio en su forma histórica, han ido aflojando y admitiendo la necesidad de contar con una cancha con más aforo y más comodidades, más acorde a los tiempos que corren. Lo que no quiere, casi nadie, es «salir de la Bombonera». Es decir, el criterio mayoritario es quedarse en Brandsen e Iberlucea, corazón del barrio de La Boca, pero agregarle capacidad y «amenities» o «lujos».
En ese punto surge otra complicación: para agrandar la tribuna de los «palcos» siempre se dijo que se necesitaba comprar las casas de las dos manzanas que estaban enfrente. Y ahí radica la gran diferencia del proyecto que tiene Riquelme entre manos y que adelantaron en el canal de stream Azz, el de Flavio Azzaro. Según lo que contaron allí, se correrá el campo de juego hacia las vías por lo que quedará espacio para construir una parte de Iberlucea y ocupar espacio aéreo sin tocar las viviendas de los vecinos. Una obra gigantesca y muy innovadora de ingeniería.
ASI SERA LA NUEVA BOMBONERA QUE VA A ANUNCIAR JUAN ROMAN RIQUELME
De acuerdo a lo que comentaron allí, el corrimiento del césped hacia el lado de las vías quizás incluya «comer» unos escalones de la actual zona de plateas. Del otro lado, es decir sobre Iberlucea, quedará espacio para construir dos bandejas de pateas (una de ellas podría ser popular) y una zona de palcos mucho más grande de la que hay ahora: con el dinero por la venta de esos palcos (se dice que serían entre 2.500 a 3.000 lugares de un valor muy significativo) se solventaría la obra, que se descuenta será millonaria. Las primeras estimaciones ubican el valor de la reforma en 100 millones de dólares. Uffff….
Además, se analiza colocar un techo y un «anillo digital» que serviría de pantalla led que recorrería todo el estadio al mejor estilo de los que se colocan en las nuevas canchas que se construyen en Estados Unidos. También se colocarán ascensores para llegar hasta las zonas más altas de los nuevos palcos. «La capacidad total de estadio no está definida todavía, pero se estima que se va a ubicar entre los 71 mil y los 83 mil, y se apunta a que el número final sea el más alto, por supuesto. El otro tema que preocupa es cuánto tiempo perderá la localía Boca, ya que mientras dure la obra no podrá jugar en la Bombonera». Una de las posibilidades era trasladarse a La Plata e Instalarse en el estadio Unico Diego Armando Maradona. Entre tantas malas, una nueva para Boca.