En un vibrante Clásico Rosarino disputado en el Gigante de Arroyito, Ángel Di María se vistió de héroe al marcar el único gol del partido que le dio la victoria a Rosario Central sobre Newell’s Old Boys por 1 a 0. Este encuentro, correspondiente a la sexta fecha del Torneo Clausura de la Liga Profesional, se vivió con la intensidad y pasión que caracteriza a este duelo, considerado una final del mundo en Rosario, donde el fútbol es una religión.
X de SportsCenter
El gol soñado para la gloria canalla
El partido había sido cerrado y áspero, con muchos roces y pocas situaciones claras de gol, generando la sensación de un inminente empate. Newell’s apostó al orden y la presión alta, mientras Central, con Campaz y Malcorra intentando imponer su fútbol, luchaba por romper el molde. Sin embargo, a los 37 minutos del segundo tiempo, una falta cerca del área visitante encendió la esperanza para el «Canalla». Con la pelota ubicada a unos 25 metros del arco y perfilada para su zurda, Di María acomodó con calma, respiró profundo, y en el silencio expectante del Gigante, soltó un zurzazo perfecto que superó la barrera y se clavó en el ángulo, inatajable para el arquero leproso. Fue un golazo soñado que rompió el cero y desató un rugido colectivo que se escuchó hasta en la ribera del Paraná.
GOLAZO DE FIDEO DI MARÍA Y TRIUNFAZO CANALLA EN EL CLÁSICO | R. Central 1-0 Newell’s | RESUMEN
La consagración de un Ídolo que volvió a casa
Para Ángel Di María, campeón del mundo en Qatar y leyenda en la mitad auriazul de Rosario, este gol tuvo un valor especial y casi sagrado. Después de dos décadas de exitosa carrera en Europa, donde levantó títulos como la Champions League y ligas, decidió regresar a su casa, al club que lo formó, para cerrar un círculo y brillar en la cancha que lo vio dar sus primeros pasos. El hincha de Central lo esperaba con ansiedad, y Di María, a sus 36 años y con toda la experiencia encima, demostró que su zurda sigue intacta y su calidad es eterna, siendo decisivo en el momento justo. En el palco, su mujer, Jorgelina Cardoso, gritaba de alegría, mientras en la cancha, «Fideo» se fundía en abrazos con sus compañeros, secando sus lágrimas de emoción.
X de SportsCenter
Un clásico con tensión y reacciones destacadas
El Gigante de Arroyito, vestido de azul y amarillo, fue el escenario ideal para esta consagración, con un gran recibimiento de los hinchas «Canallas» a puro fuegos artificiales y globos de colores. El encuentro, arbitrado por Darío Herrera (con José Carreras en el VAR), fue intenso desde el inicio, con amonestaciones para Franco Ibarra de Central y Fabián Noguera de Newell’s en el primer tiempo. A los 39’ST, Newell’s sufrió la expulsión de Luciano Lollo, quedando con diez jugadores. Ese mismo minuto, Darío Benedetto hizo su estreno con la camiseta de Newell’s al ingresar al campo de juego.
La victoria no solo significó los tres puntos para Central, sino también un golpe anímico y deportivo importante en un torneo parejo. Rosario Central, dirigido por Ariel Holan, llegaba invicto en el Torneo Clausura, pero acumulaba tres empates en casa. Este triunfo les permitió consolidarse y romper esa racha, imponiéndose en su estadio con el sello de su máximo ídolo contemporáneo. Incluso Cristian Fabbiani, DT de Newell’s, reaccionó al gol con la admiración de un fanático del fútbol, más allá de la camiseta y las rivalidades.
Un legado inborrable en la historia canalla
El gol de Di María en el clásico rosarino sumará un capítulo único a su brillante carrera, junto a sus hazañas en Maracaná, Lusail y las noches de Champions. Este tanto tendrá un lugar propio, íntimo, casi sagrado, porque lo consiguió con la camiseta que lo formó, en la cancha que lo vio dar sus primeros pasos, y frente al rival de toda la vida. Los hinchas lo saben: no es solo un triunfo, es un recuerdo que quedará tatuado en la memoria de todos, una postal imborrable en el Gigante de Arroyito. Rosario vibra, el clásico es de Central, y el héroe es, una vez más, Ángel Di María.