Un único afortunado, afincado en Japón, será capaz de decir que suyo es el último Nissan R35 GT-R jamás producido.
En edición Premium T-Spec, en color morado medianoche y con unas afiladas llantas en tono bronce, esta ha sido la unidad de despedida de producción de uno de los modelos más reconocidos y aclamados de la marca japonesa. Ha salido de la planta de Tochigi, a 100 kilómetros de Tokio.
Nissan ha concluido, con ceremonia de despedida incluida, la producción de uno de sus deportivos más aclamados. En concreto, el broche final lo pone la generación R35, que cerró la trayectoria de innovación y rendimiento que inició en su momento el Nissan Skyline GT-R.
Después de ganarse el apodo de ‘Godzilla’ dentro del mundo de la competición, la generación R32 del Nissan GT-R dio paso a la R33 y a la R34 entre 1995 y 2002, generaciones que tontearon con el mundo del cine, gracias a la saga Fast & Furious, y el de los videojuegos, gracias al Need for Speed y el Gran Turismo.
Dos décadas de un icono
En 2007 apareció el Nissan R35 GT-R, que perdió el apellido Skyline, pero que ganó un motor V6 biturbo con tracción total de 3,8 litros fabricado a mano. Al principio entregaba 480 CV de potencia máxima.
Además de su rendimiento y su estética, esta última generación del Nissan GT-R ha destacado por su resiliencia: se ha mantenido en el mercado durante 18 años, una cifra no muy habitual en la vida de los modelos.
Con 48.000 unidades producidas, el Nissan R35 «ha dejado una huella imborrable en la historia del automóvil», tal y como ha remarcado el presidente y CEO de Nissan, Ivan Espinosa, tras el adiós del modelo.
Planta de Tochigi de Nissan. / Nissan
Sus casi dos décadas en el mercado no han sido sinónimo de estancamiento. Con el paso de los años, la última generación del Nissan GT-R ha ido mejorando con los años, como hacen los buenos vinos.
El motor VR38DETT aumentó su potencia máxima hasta los 570 CV en 2017. Nueve maestros artesanos, los Takumi, ensamblaron a mano cada uno de esos motores, firmados, en la planta de Nissan en Yokohama.
Al mismo tiempo, los ingenieros de NISMO incorporaron turbocompresores de especificación GT3 y componentes equilibrados con alta precisión (desde el cigüeñal al volante). Junto el sistema de tracción total ATTESA ET-S y su diseño aerodináico, el R35 se conviritó en un deportivo de culto.
Nissan R35 GT-R, en datos
Ya se sabía que 2025 iba a ser el año de despedida del R35, lo que no quita para que este adiós pese entre los aficionados a los coches.
Entre los hitos de la última generación del GT-R se incluyen cinco victorias en la clase GT500 y tres en GT300 del campeonato japonés SUPER GT, un triunfo en la categoría Pro-Am de la Blancpain GT Series 2013, una victoria en las 12 Horas de Bathurst en 2015 y cinco títulos en la serie japonesa de resistencia Super Taikyu.
Último Nissan R35 GT-R / Nissan
En Nürburgring, un R35 GT-R de producción marcó un tiempo de vuelta de 7 minutos y 38 segundos en 2007, uno de los tiempos más rápidos registrados por un coche de producción. En 2008, bajaró nueve segundos y rompió la barrera de los 7 minutos y medio. En 2009, el tiempo fueron 7 minutos y 26 segundos.
En octubre de 2012, el GT-R logró un tiempo de 7 minutos y 18 segundos y en 2013, con un GT-R NISMO con opciones de circuito, se registraron los 7 minutos y 8.679 segundos, el mejor tiempo del R35 en este circuito.
En 2016, el R35 GT-R estableció un récord Guinness por el drift más rápido del mundo: en el aeropuerto Internacional de Fujairah (Emiratos Árabes), un R35 GT-R modificado hizo un derrape a 304,96 km/h con un ángulo de 30 grados.
El futuro
Nissan habla de una nueva generación que continúe con el legado de los GT-R, pero tal y como reconoció Espinosa, el R35 ha colocado los estándares muy altos. Por el momento no se conocen datos ni planes de desarrollo relacionados con esta nueva generación de los GT-R, pero sí que se ha afirmado de que esta saga de deportivos evolucionará y volverá en el futuro.