La Falda. Un joven fue detenido en la ciudad de La Falda a principios de agosto tras una serie de amenazas de bomba y llamados falsos al 911, algunos dirigidos a aeronaves en pleno despegue desde Ezeiza. Según la investigación judicial, su modus operandi evidenció planificación y sofisticación tecnológica.
El hecho más alarmante ocurrió la noche del 23 de julio, cuando el imputado llamó al 911 asegurando que un explosivo había sido colocado en un avión con destino a Miami. Durante la comunicación, el hombre afirmó estar a bordo del Boeing 747-87UF y amenazó con detonar la bomba si la aeronave no detenía su despegue. Posteriormente se comprobó que su afirmación era falsa.
La causa quedó a cargo del juez federal Federico Hernán Villena, del Juzgado Federal N° 1 de Lomas de Zamora. La investigación fue liderada por la División Investigaciones Tecnológicas Especiales de la Policía de la Ciudad, que empleó un rastreo integral: análisis de registros de conexión, trazado de antenas de telefonía celular, seguimiento de movimientos, transacciones bancarias y de billeteras virtuales, relevamiento en fuentes abiertas (OSINT) y tareas de campo.
El operativo de detención se realizó en una vivienda de la calle América al 500 y contó con la participación de la Unidad Operacional Antiterrorista, el Grupo Especial de Asalto Táctico, el Grupo Especial de Desactivación de Explosivos y la División de Canes de la URSA II.
El análisis del celular incautado reveló que el acusado estaba vinculado a más de treinta llamados falsos realizados entre el 26 de junio y el 22 de julio de 2025. Estos incluyeron 14 comunicaciones sin diálogo, amenazas de bomba a aviones y a instalaciones, simulaciones de detonaciones y tiroteos, e incluso pedidos de auxilio falsos y pedidos de comida para distraer a las autoridades.
Según la Policía, el joven empleaba técnicas avanzadas para ocultar su identidad, utilizando un servicio de telefonía IP con correo electrónico falso, pagos mediante billetera electrónica y protección de VPN, lo que dificultaba su rastreo a través de antenas de telefonía celular. Además, en varios llamados utilizó moduladores de voz, imitaciones de acento extranjero y datos inventados para movilizar recursos policiales.
Actualmente, el acusado está imputado por intimidación pública y permanece bajo custodia federal mientras continúa la investigación judicial, que evaluará la totalidad de la evidencia reunida para avanzar en el proceso penal.