Si hay un nombre que atraviesa generaciones y nunca pierde vigencia, ese es el de Palito Ortega. El cantante nacido en Tucumán, que lleva más de seis décadas sobre los escenarios, volvió a ser noticia y no precisamente por un nuevo disco o una aparición televisiva, sino por figurar en el ranking de los artistas más ricos de la Argentina.
Según la revista Forbes, Ramón Bautista Ortega ocupa el segundo puesto de la lista con una fortuna estimada en nada menos que 11 millones de dólares. La cifra sorprende: más de 28 millones de discos vendidos, 33 películas como protagonista y un legado musical que marcó la cultura popular argentina.
Con su estilo inconfundible, su simpatía y su sonrisa eterna, Palito, que está viviendo un difícil momento con su mujer, se convirtió en un símbolo de los años 60 y un ídolo de multitudes que logró trascender en el tiempo. Además, también en un referente a seguir en cuanto a situaciones económicas.
Lo cierto es que su historia no se reduce únicamente a los escenarios. En los años 90, Ortega sorprendió a todos al incursionar en política. Entre 1991 y 1995 fue gobernador de Tucumán y luego se desempeñó como senador nacional. Un paso que marcó un contraste con la vida artística, pero que también reforzó su perfil de figura pública capaz de moverse en distintos ámbitos.
Hoy, con 84 años, Palito, que vive un gran drama familiar, sigue recibiendo homenajes y participando en eventos especiales. Cada tanto reaparece en algún show o se lo ve acompañando los proyectos de sus hijos, quienes también eligieron la música como camino. Su figura, lejos de apagarse, se consolidó con el tiempo como un ejemplo de constancia, trabajo y popularidad.
La fortuna que acumula habla por sí sola, pero más allá de los millones, Palito Ortega tiene un capital que no se mide en dólares: el cariño inquebrantable del público argentino. Ese vínculo construido desde sus primeros pasos en Lules hasta los grandes escenarios del país sigue intacto, y convierte al “Rey” en una leyenda viva de la música nacional.
Más allá de los millones y de los rankings, Palito Ortega ya es parte del ADN cultural argentino. Ídolo, político, actor y productor, construyó un imperio que trasciende lo económico. Su historia demuestra que el verdadero lujo no está solo en los dólares que acumula, sino en haber conquistado un lugar eterno en el corazón del público.