El triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires, con una ventaja de diez puntos sobre La Libertad Avanza (LLA), no solo reconfiguró el mapa político: también dejó en entredicho a la consultora Isasi/Burdman, que había asegurado que Javier Milei se impondría con comodidad.
Predicciones fallidas y una «bomba política» que nunca explotó
La encuestora, dirigida por Viviana Isasi y Julio Burdman, recorrió medios durante la campaña garantizando que Milei lograría hasta 11 puntos más que Axel Kicillof. «[LLA] gana en la provincia de Buenos Aires. Roba en la primera, roba en la quinta y gana la tercera sección electoral, claramente. Estamos totalmente seguros, esto es Isasi/Burdman, calidad», afirmó Isasi en LN+ días antes de la elección.
Presentados como analistas de referencia para la Casa Rosada, aseveraban que sus encuestas presenciales eran una «bomba política» y que diferenciaban su metodología de la de otros colegas. «Nunca se hizo un estudio así», defendían.
Una semana antes de los comicios, Isasi insistía en que Milei representaba una «esperanza» en el conurbano y que el oficialismo provincial estaba en retroceso. Sus mediciones ubicaban a LLA en 37 puntos y al peronismo en 27. «Confiamos totalmente en nuestros números. Si proyectamos indecisos, nos da 11 puntos de diferencia«, remarcó la consultora.
El resultado en las urnas y proyecciones insistentes
Lejos de ese escenario, el peronismo terminó imponiéndose en los principales distritos del Gran Buenos Aires. En la tercera sección sacó más de 20 puntos de ventaja y en la primera superó por diez a los libertarios, con Gabriel Katopodis como referente.
Incluso en plena veda, Isasi mantenía sus pronósticos favorables al oficialismo nacional. «Milei va a ganar mañana… en la provincia de Buenos Aires 60% rechaza la gestión de Axel Kicillof«, aseguraba el sábado previo a los comicios.
El modelo Milei y la apuesta al conurbano
Para la consultora, el arrastre presidencial sería decisivo: «Nos sale en los focus group y en las investigaciones que hoy el modelo Milei permea mucho más en el conurbano que lo que puede llegar a ofrecer la propuesta económica de Fuerza Patria, es el clavo».
Y sentenció: «Los votos de Buenos Aires los tiene el Presidente y en este último tramo, que se picanteó la campaña, lograron que el oponente más riesgoso [por Milei] se meta en el conurbano. Y eso va a traccionar los votos este domingo en favor de LLA».
Elecciones en Buenos Aires: radiografía de la derrota que sacudió a Javier Milei
Con una participación del 63% del electorado, más alta de la que esperaban tanto en La Plata como en la Casa Rosada, el resultado dio un pantallazo sobre el humor político de la provincia que representa casi el 38% del padrón nacional. Mirado mirado desde la política nacional, abre un interrogante que hasta ahora no existía sobre las chances del oficialismo de ganar los comicios de octubre.
La Provincia es la que concentra la mayor cantidad de votos y la que más diputados nacionales tiene. Por ello es clave para el resultado general y para el desafío que tiene el Gobierno de sumar bancas y ganar músculo en el Congreso. El tamaño de la derrota que sufrió LLA este domingo los obliga a lograr un recorte de la diferencia que a priori parece muy difícil.
En algunas secciones hubo una fragmentación que tampoco ayudó a Milei. En la Cuarta, el intendente de Junín, Pablo Petrecca, hombre del PRO que se fue molesto con las exigencias de los libertarios y sacó el 20% con la lista de Somos Buenos Aires, un caudal de votos que hubiese ayudado a LLA a ganar. Algo similar pasó en la Segunda con el frente Hechos de los hermanos Passaglia también rompió la polarización con el 23%.
Esto pone el foco, en primer lugar, sobre el armado electoral. Karina Milei se adueñó de la lapicera que armó las listas y diseñó la estrategia junto a su armador bonaerense, Sebastián Pareja. La exclusión de Santiago Caputo y sus militantes de Las Fuerzas del Cielo hizo estallar la interna, que luego pareció aplacarse pero solo por necesidad.
Sin embargo, el quiebre en el «triángulo de hierro» se hizo sentir en los últimos dos meses con una falta de estrategia política clara para evitar la seguidilla de derrotas que sufrió el Gobierno en el Congreso, además de la comunicación por momentos errática frente al escándalo por presunto cobro de coimas que salpicó Karina Milei y a su mano derecha, Eduardo «Lule» Menem.
Difícil saber si el duro traspié de LLA en la Provincia fue por el escándalo de los audios, por un error de estrategia electoral (que llevó a una fragmentación en la Segunda y la Cuarta sección que le costó cara), por los primeros síntomas de una recesión o por los vetos a leyes de alta sensibilidad social. Lo concreto es que el Gobierno quedó obligado a mostrar algún tipo de revisión.
En su primera aparición tras la derrota, el Presidente buscó mostrarse dispuesto a hacer modificaciones en ese sentido sin modificar «el rumbo» del «equilibrio fiscal» y la «fuerte restricción monetaria». Exhibió también un intento de prevenir un paso de facturas interno que complique aún más el camino a octubre: subió al escenario junto a Caputo y a su hermana Karina. Uno se paró a su derecha y la otra a su izquierda.