viernes, 3 octubre, 2025
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Tendencias nacionales, pisos y techos relativos en las últimas encuestas

En la nota de la semana pasada apuntamos que la tendencia hacia la elección del 26 de octubre se perfila desfavorable para el oficialismo, dado que el promedio del pan peronismo en las últimas mediciones se ubica en el mismo orden de magnitud del resultado obtenido en octubre de 2023 por Unión por la Patria (37% de los votos), mientras que varias encuestas ubican a La Libertad Avanza (LLA) en la franja del 30% al 35% de intención de voto, no en la del 35%-40% que podría apuntalar una victoria. Por otro lado, recientes encuestas perfilan un voto castigo ascendente: según Zuban Córdoba & Asociados, esa “ola” alcanza el 57%, vs casi 34% que plebiscitaría con su acompañamiento a la gestión Milei (gráfico arriba). El informe ubica a LLA más cerca del 30% que del 40% necesario para garantizar un triunfo sin sobresaltos; de confirmarse ese tercio de apoyo, el caudal oficialista se ubicaría en el mismo orden de magnitud del 30% que acompañó con su voto a Milei en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto de 2023 y la primera vuelta de octubre del mismo año.

¿Representa ese 33% el piso del oficialismo? Según el mismo informe, podría ser más bajo: casi 26% de los electores se define “mileísta”, vs 56,1% que responden “anti-mileista” (gráfico arriba). En este caso, el apoyo a LLA perfora el umbral del 30% e implicaría acercarse a un escenario de crisis similar al 2001, cuando la coalición que llevó al gobierno al presidente Fernando de la Rúa rondó ese porcentaje y fue derrotada por el peronismo en la elección de medio término.

En tanto, la última medición de Udesa aportó un escenario intermedio, con LLA en 31% de intención de voto vs 26% del peronismo (gráfico arriba). Los 5 pp de ventaja no representan una brecha estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-3,15%, pero abren la chance de que el oficialismo sea la primera minoría electoral en octubre.

En tanto, la más reciente encuesta de Management & Fit (M&F) presentó un panorama mejor para LLA, con casi 40% de intención de voto vs 34% de Fuerza Patria (gráfico arriba). Los 5,6 pp de ventaja sobre el peronismo están en el límite de la significatividad estadística dado el error muestral de +/-2,5%, pero en rigor el PRO no concurre en alianza con el sello libertario en los 24 distritos electorales (matiz que no contempla la encuesta).

La encuesta más reciente de Analogías no midió intención de voto, sino permeabilidad electoral: con 22,3% de voto muy probable para un candidato de LLA + 16,6% de voto probable, el techo oficialista alcanza casi 39% (gráfico arriba). En tanto, el techo del peronismo unificado trepa al 37,8% (gráfico abajo). La brecha de 1,1 pp a favor del oficialismo no resulta estadísticamente significativa, dado el error muestral de +/-2%.

Sin embargo, ambos frentes podrían estar siendo sobreestimados por la mayoría de las encuestas, que anticipan una polarización más intensa de la que podría surgir de las urnas el 26 de octubre. Por un lado, el sello Fuerza Patria emerge como la principal lista del peronismo en 14 de 24 distritos, mientras que en los otros 10 hay diferencias en cuanto a sus aliados y la conformación partidaria o compite con marcas provinciales alternativas, lo cual afecta a la sumatoria nacional por sello. Por su parte, LLA competirá en alianza con el PRO y otros socios en 9 distritos, en tanto que en los otros 15 se presenta en solitario. Asimismo, como las mediciones se concentran en las listas que se presentan con identidades relativamente homogéneas en la mayoría de los 24 distritos del país, pero también hay sellos que compiten con denominaciones no incluidas, las encuestas podrían estar subestimando la intención de voto de las terceras fuerzas. Además, este año se eliminaron las PASO, que hasta la elección de 2023 redujeron la oferta electoral y facilitaron la captura de voto disponible en aras del “voto útil”. La ausencia de ese filtro favorece mayor fragmentación electoral y dispersión relativa. 

Sin duda, LLA y Fuerza Patria son las principales coaliciones nacionales, pero, planteada la elección de octubre como un plebiscito sobre la gestión Milei, en 11 provincias argentinas el peronismo no es la principal fuerza opositora. En esos distritos, la competencia del oficialismo se da contra partidos provinciales, alianzas locales o frentes multipartidarios que no responden al PJ ni a la lógica nacional. En seis de esos 11, el sello libertario podría perder frente a fuerzas locales o coaliciones no peronistas, pues enfrenta a rivales con fuerte arraigo territorial, estructuras consolidadas y liderazgos locales. Esto pone en duda las tendencias de las encuestas que aún después del 7 de septiembre ubican a LLA como primera minoría electoral (Atlas Intel, Trends, Management & Fit y Udesa). Por otro lado, hay cinco provincias donde el PJ gobierna y sí se enfrenta directamente con LLA: Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Catamarca y Tucumán. En esos distritos, la polarización es nítida, pero no suficiente para definir el mapa nacional. En tanto, la provincia de Córdoba también presenta una dinámica propia que no responde a la lógica nacional. En las próximas notas de este espacio, haremos un zoom por distritos clave.

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