lunes, 6 octubre, 2025
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Cuándo cambiar la correa de distribución: la pieza que puede salvar al motor

La correa de distribución es uno de esos componentes que suelen pasar inadvertidos hasta que provocan un problema serio. Encargada de sincronizar el movimiento entre el cigüeñal y el árbol de levas, permite que pistones y válvulas trabajen en armonía. Si se corta o se salta un diente, el daño en el motor puede ser total.

Fabricada en caucho reforzado con fibras sintéticas, esta pieza trabaja en condiciones de alta temperatura y tensión constante. Con el paso del tiempo, el material pierde elasticidad y puede agrietarse, especialmente en autos sometidos a uso urbano o a cambios de temperatura extremos.

🔧 Cada cuánto conviene cambiarla

No existe un número exacto que se aplique a todos los vehículos. Sin embargo, los manuales de mantenimiento coinciden en un rango general:

Intervalo sugerido Referencia

Entre 60.000 y 100.000 km Según modelo y tipo de motor

O cada 5 años Aunque no se haya alcanzado el kilometraje

El dato clave: el tiempo también desgasta. Una correa con pocos kilómetros pero varios años de uso puede perder sus propiedades y fallar sin previo aviso.

⚠️ Señales que anticipan el desgaste

Aunque no todos los motores emiten alertas electrónicas, hay algunos indicios que conviene atender:

Síntoma Posible causa

Ruido chirriante al arrancar Desgaste o desajuste de tensión

Vibraciones en el motor Pérdida de sincronía entre componentes

Dificultad para encender Correa floja o deteriorada

Grietas o brillo excesivo Envejecimiento del material

Si aparece alguno de estos signos, es fundamental consultar al mecánico de confianza.

🧰 Un cambio que no conviene posponer

La sustitución de la correa requiere herramientas específicas y conocimiento técnico. Para acceder a ella, el mecánico debe desmontar parte del sistema frontal del motor y ajustar la sincronización con precisión milimétrica. Por ese motivo, no se recomienda hacerlo de manera casera: un solo diente fuera de lugar puede comprometer todo el sistema.

El mantenimiento preventivo incluye también revisar tensores, poleas y bomba de agua, componentes que suelen cambiarse junto con la correa para evitar futuras fallas.

🕒 Conclusión

La correa de distribución es una pieza sencilla, pero su importancia es enorme. Cambiarla en tiempo y forma puede marcar la diferencia entre un gasto programado y una reparación mayor. En materia de mecánica, la prevención siempre cuesta menos que la rotura.

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