Una cuenta creada en Instagram con burlas e insultos a un alumno de 12 años de Alicante con TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad), además de fotos suyas en el interior del colegio, ha sido el detonante que ha llevado a una madre a denunciar ante la Policía Nacional acoso escolar hacia su hijo. El centro, el colegio San Agustín, asegura haber puesto en manos de la Fiscalía el caso este martes para que investigue la situación y se escuda en que es la Policía la que tiene que identificar a los acosadores.
«En quinto de Primaria, mi hijo ya sufría acoso, y ahora está en primero de la ESO. El año pasado el colegio me llamó para decirme que se había subido a la azotea y que le dijo a unos compañeros que si no le dejaban en paz se iba a tirar«, relata emocionada la progenitora. Así lo pone de manifiesto un informe psicológico del adolescente, elaborado tras la cuenta creada en la red social, en el que advierte del «riesgo» que corre el menor y de que es necesaria «atención inmediata» y «seguimiento» por parte del equipo directivo.
La madre de la víctima asegura que al adolescente le han estado llamando «gordo» durante dos cursos, lo que provocaba que su hijo acudiera frecuentemente al baño para intentar vomitar. Sin embargo, acusa al centro educativo de no haber hecho lo suficiente porque alegaba que se trataba de «cosas de niños». Tras el intento de suicidio del pasado curso, denuncia que el centro le comunicó por teléfono que le abrían a ella un expediente, sin que tuviera más información al respecto y sin que se tomara ninguna medida para frenar los problemas que sufría su hijo.
El año pasado me llamaron desde el colegio porque mi hijo dijo que si no le dejaban en paz se quería suicidar
«Este año, el acoso ha vuelto a suceder, pero con otros niños más mayores«, afirma la madre, quien agrega que su hijo es «muy inocente y no se mete en problemas». Cuando empezó el curso y volvió que volvían a meterse con él, tal y como le corroboró la psicóloga a la que acude por su patología, volvió a quejarse ante el colegio, según el testimonio de la progenitora.
Así hasta el pasado 15 de octubre, cuando la madre decidió poner en manos de la Comisaría el infierno que estaba sufriendo su niño. «Cuando hicieron la cuenta de Instagram algunos niños lo vieron y se lo dijeron al profesor, fue entonces cuando me avisaron de lo que estaba pasando, pero no me quisieron decir desde el centro qué tipo de fotos ni qué insultos habían visto, por protección, y entonces decidí acudir a la Policía», precisa.
Una protesta contra el acoso escolar, este martes en Alicante / Héctor Fuentes
Más episodios y reunión con las familias
La cuenta, según consta en la denuncia, se llamaba «Sangua 78» y de foto de perfil tenía una imagen de «un personaje gordito», según la afectada. Una semana después de descubrir la cuenta, el martes pasado, el colegio alicantino abrió el plan de prevención ante un posible caso de violencia escolar que marca la Conselleria de Educación, tal y como ha confirmado el centro educativo de los agustinos, desde donde añaden que también se reunieron con «varias familias» de compañeros del chaval y que se ha puesto a disposición de la víctima una «tutora emocional» para que acompañe al menor.
Sin embargo, la madre denuncia que la pasada semana volvieron a «mandar a un niño para pegar a mi hijo» y que esta otro alumno le preguntó si se iba a suicidar. «Cuando me enteré de esto último me volví loca», admite la madre, quien también reconoce haber entrado al grupo de whatsapp que tiene su niño de primero de la ESO, donde aseguró que «iría a por ellos».
El colegio defiende haber «animado» a la progenitora denunciar ante la Policía
Después de todo lo ocurrido, la alicantina culpa al colegio y a la Policía de no estar actuando bien ni a tiempo. Frente a ello, el centro educativo defiende, en primer lugar, haber puesto en conocimiento de la madre la existencia de ese perfil de Instagram con burlas hacia su hijo y haberla «animado» a que denunciara los hechos ante la Policía. La dirección también pone en valor las medidas que activado y la comunicación con la progenitora, «especialmente en los últimos días».
Frente a la ausencia de acciones para atajar un acoso escolar ocurrido durante dos cursos,como lamenta la madre, el colegio se ampara en haber «trabajado mucho con este niño desde Infantil» y en que el diagnóstico de su TDAH «se ha podido tener gracias a la insistencia del centro en la conselleria para que saliera adelante».
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