Luego de las intensas lluvias que marcaron el mediodía en Carlos Paz, la tarde regaló un respiro y un espectáculo visual que pocos quisieron perderse. Con una temperatura fresca de 17 grados y apenas algunas nubes sobre el horizonte, el atardecer transformó la costanera en una verdadera postal serrana.
El cielo se encendió en tonos anaranjados y rosados que se reflejaban sobre el San Roque, mientras el aire limpio dejaba ver con nitidez las sierras recortadas a lo lejos. Vecinos y turistas aprovecharon el momento para salir a caminar, tomar mate o simplemente disfrutar del contraste entre la calma del lago y el brillo del sol cayendo.
La combinación entre la lluvia reciente, el aire fresco y la luz del final del día dejó imágenes únicas que resumen la magia de Carlos Paz después de la tormenta.
