Hitachi Energy ha decidido cerrar temporalmente su fábrica en Córdoba tras las protestas de la plantilla registradas durante la tarde de ayer y la pasada noche. La compañía informa en un comunicado que la planta permanecerá sin actividad hasta el próximo lunes, 24 de noviembre, «una medida adoptada con el objetivo de garantizar la seguridad de todos los empleados», dice el comunicado.
La medida llega tras la segunda jornada de huelga convocada por el comité de empresa —integrado por CCOO, UGT y USO— para reclamar mejoras en el convenio colectivo. La manifestación de este jueves, que comenzó a las 9.00 horas, recorrió algunas de las principales avenidas de Córdoba y provocó retenciones y cortes de tráfico. La protesta forma parte del calendario de movilizaciones iniciado el 13 de noviembre, con paros parciales de cinco horas por turno en los días de huelga.
En este contexto, Hitachi ha optado por interrumpir la actividad de la planta para garantizar la seguridad de todos los empleados y evitar posibles complicaciones en los accesos y salidas del centro. Además, ha puesto en marcha un protocolo específico para que los trabajadores puedan recoger sus pertenencias y vehículos de manera ordenada.
La empresa insiste en su comunicado que «la calidad, la seguridad y la integridad, forman las bases según las que opera», para añadir que se trata de «un compromiso que forma parte de su ADN y se refleja en más altos estándares en sus procesos internos».
La seguridad de los trabajadores
La seguridad de sus empleados es la «máxima prioridad» en cualquier situación, insiste Hitachi, para añadir que «estos estándares sirven para garantizar que sus operaciones se realicen en un entorno que garantice la seguridad de los empleados y que puedan desarrollar en óptimas condiciones su labor».
«El cumplimiento de estos estándares es crucial para la empresa -señala el comunicado de Hitachi-, con la exigencia de que, tanto de la dirección, como de cada uno de sus trabajadores debe actuar responsablemente en el marco acordado entre la compañía y los empleados y debe perseguir los mismos sin exceder sus competencias y las responsabilidades marcadas para cada uno, ni por supuesto, bajo ninguna circunstancia, poner en riesgo cualquier tipo de tarea operativa y su ejecución de forma segura».
La compañía asegura en su comunicado que «seguirá impulsando los valores que han hecho de esta planta un referente en Córdoba, priorizando la seguridad de sus empleados y el cumplimiento de los compromisos adquiridos con sus clientes».
Tras la manifestación, los trabajadores se han concentrado en la puerta de acceso a la fábrica y, tras la decisión de la empresa de cerrar las instalaciones hasta el próximo lunes, en señal de protesta, han decidido hacer una sentada.
